jueves, 2 de agosto de 2018


Artículo Nº 155 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.012.

Inédito.
 
Norte de La Paz: Explotación de la goma

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano y Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés. Ex Consultor de Naciones Unidas (FAO). Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión Mundial, CARE y Compassion. Investigador, Analista, Columnista y Escritor. Actual Director del Museo “Yolanda  Botello”. Actual Gerente-Propietario del “Centro de Investigaciones Ing. Edgar Ruiz Bonilla”.
Edición y revisión: Egresado de Psicología Marcelo William Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

A la goma, siringa o caucho (Hevea brasiliensis), los originarios peruanos la conocían como “cauchuc” (impermeable). La “fiebre del caucho” constituyó una parte importante de la historia económica y social de países con territorios amazónicos como son Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia. Esta fiebre está relacionada con la extracción y comercialización del caucho (goma). La fiebre del caucho a nivel mundial vivió su auge entre 1879 y 1912, experimentando, tiempo después, un renacimiento entre los años de 1942 y 1945. El descubrimiento de la vulcanización (1839 por Charles Goodyear) y de la cámara neumática en la década de los años 1870 dio lugar a una fiebre extractiva del caucho.
Se denomina caucho al jugo o látex de una variedad de plantas o árboles de gran tamaño. Hay diversas variedades de gomas, entre ellas se tienen: jebe, balata y gutapercha. Los árboles que proveen esta sustancia son las heveas, guayule, el ficus elástico y la Castilloa ulei.
Fue en la selva amazónica donde se desarrolló la actividad extractora del caucho a partir del árbol del caucho o seringueira (en portugués), un árbol que pertenece a la familia de las Euphorbiaceae. Del tallo de este árbol es extraído un líquido blanco, llamado látex, compuesto en un 35 % de hidrocarburos, destacándose el 2-metil-1, 3- butadieno (C5H8) comercialmente conocido como isopreno o monómero de caucho.
Los originarios centroamericanos fueron los primeros en aprovechar las particulares propiedades del caucho natural. La primera fábrica de productos de caucho surgió en Paris-Francia en 1803.
PRIMERA FIEBRE DEL CAUCHO EN EL BRASIL (1879-1912): El desarrollo tecnológico y la Revolución Industrial de Europa fueron los detonantes que convirtieron al caucho natural, hasta entonces un producto exclusivo de la Amazonía Sudamericana, en un producto con alta demanda a nivel mundial, generando ganancias para cualquiera que se aventurase en el negocio. La Guerra del Acre (1899 a 1903) entre Bolivia y Brasil se produjo por los árboles de goma.
El fin del monopolio amazónico del caucho se dio en 1912 debido a que los ingleses plantaron árboles de caucho en Malasia, Ceylán (hoy Sri Lanka), India y en el África Sub Sahariana, con semillas y plantines extraídos ilegalmente del Amazonas por el inglés Wickham. De esta manera los precios del caucho a nivel mundial cayeron y la explotación de la goma sudamericana (boliviana, brasilera y peruana) ya no era rentable.
EL CAUCHO EN GUANAY Y MAPIRI (PROVINCIA LARECAJA): Entre 1879 y 1912 Bolivia exportaba goma para la fabricación de llantas de vehículos y otros usos.
Recordemos que André (1853-1931) y Édouard Michelin (1859-1940) fueron unos industriales franceses inventores del neumático (llanta de goma).
La goma era extraída de las selvas de Guanay, Mapiri, Apolo, Ixiamas, Beni y Pando en forma de “bolachas” (bolas de goma de 80 centímetros de diámetro). En Guanay y Mapiri existían las sociedades gomeras de “Gunther y Berg”, “Benedicto Goitia”, “Andrés Pérez” y otros. En Apolo habían concesionarios gomeros de las “estradas” como Gregorio Gámez, etc. En Beni y Pando existió un enorme apogeo a la cabeza de Don Nicolás Suarez quien tenía como base a Cachuela Esperanza-Pando.
La goma producida en Mapiri y Guanay era transportada desde Mapiri, en 7 días, en mulas, hacia Sorata, a la ex Casa Gunther, que era un centro de acopio o rescate y luego la goma era exportada fuera de Bolivia por Puerto Pérez en el Lago Titicaca y posteriormente por Puerto Mollendo-Perú, en el Océano Pacífico hacia los países de ultramar.
En Guanay y Mapiri actualmente existen plantaciones silvestres de goma, cuyo látex es utilizado para impermeabilizar saquillos de azúcar y harina, que luego son usados para el transporte de objetos en los ríos (“salvavidas” y “engomados”). En el mercado de Guanay se pueden encontrar “engomados” y “capas de goma” para la lluvia. Asimismo existe una pequeña bolsa de goma de 15 x 30 centímetros que sirve para llevar la coca.
SEGUNDA FIEBRE DEL CAUCHO (1942-1945): En la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas japonesas lograron dominar militarmente el Pacífico Sur durante los primeros meses de 1942, invadiendo Malasia, así el control de las zonas caucheras pasó a manos del Japón. Es entonces que Estados Unidos insta al Brasil a aumentar la explotación de sus árboles de goma (caucho), fiebre que llega también a Bolivia (Guanay, Mapiri, Apolo, Ixiamas, Pando y Beni).
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com





Artículo Nº 154 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.012.

Inédito

Norte de La Paz: Explotación de la quina

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano y Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés. Ex Consultor de Naciones Unidas (FAO). Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión Mundial, CARE y Compassion. Investigador, Analista, Columnista y Escritor. Actual Director del Museo “Yolanda  Botello”. Actual Gerente-Propietario del “Centro de Investigaciones Ing. Edgar Ruiz Bonilla”.
Edición y revisión: Egresado de Psicología Marcelo William Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

La quina es la corteza de un árbol (Cinchona calisaya) que era utilizada, antes del descubrimiento de América, por las culturas precolombinas del Perú, como un medicamento, para combatir la malaria. La corteza fue descubierta a principios del siglo XVII en el Virreinato del Perú, Corregimiento de Loja, cerca del pueblo de Malacatos (hoy Ecuador); se empleaba como tónico, extracto, tintura o jarabe. La quina contiene diversos alcaloides como la quinina, quinidina, cinconina y cinconidina, todos antipalúdicos.
Sus virtudes fueron reconocidas en Europa recién en 1631 fecha en que fue llevada por el jesuita Alonso Messia Venegas a Roma, enviado por el primer farmacéutico del Colegio Máximo de San Pablo de Lima (Perú), el jesuita italiano Agustino Salumbrino quien había observado en el Perú, su uso para eliminar las tembladeras producidas por el paludismo, malaria, terciana (fiebre cada 3 días) o chujchu (tembladera). Desde 1638 el tratamiento de la malaria en Europa se basó en un extracto de la corteza del árbol de la quina, extracto que contenía la quinina.
Se dice que el nombre del género “Cinchona” proviene del apellido de la condesa de Chinchón (esposa del Virrey del Perú o conde de Chinchón) a quien la quina curó.
La quina se comenzó a usar masivamente en el siglo XIX para la obtención de la quinina. Su incidencia en el volumen de exportación era ya importante en 1826, cuando Pentland (británico) elaboró un informe sobre Bolivia, en el que asignó a la quina un 12 % del total de productos exportados.
En 1830 el Presidente de Bolivia Andrés Santa Cruz, otorgó facilidades legales a quienes organizasen empresas para explotar la quina y así poder obtener más impuestos para Bolivia.
El auge de la explotación de la quina se produjo en 1850, cuando numerosos pioneros se adentraron en las zonas tropicales de Bolivia, como Mapiri, Guanay, Apolo e Ixiamas, para extraer la corteza.
La existencia de un banco rescatador de quina y el monopolio estatal para su exportación, así como los altos costos de transporte de las regiones productoras del norte de La Paz hasta la costa, imposibilitaron un mayor desarrollo de la producción.
En 1850 en Mapiri y Guanay (provincia Larecaja) existían rescatadores como Otto Richter, en Apolo (provincia Franz Tamayo) habían rescatadores como Aurelio Arias y en Ixiamas (provincia Iturralde) existían rescatadores como Leandro Loayza y otros. En estas 3 provincias habían plantaciones silvestres de quina amarilla (Cinchona calisaya). Generalmente los rescatadores no pagaban todo en dinero a los explotadores, sino en víveres, ropa y otros. Así por ejemplo, se cuenta que la ex casa Gunther de Sorata, pagaba inclusive, parte de la quina a los rescatadores, con botellas de champán francés, que importaba directamente desde Europa.
En 1879 Otto Richter tenía un almacén en la calle Comercio de la ciudad de La Paz, donde rescataba quina, oro y objetos de plata, asimismo vendía enlatados y otros productos importados y realizaba giros a Lima, Londres, París y Frankfurt (Alemania).
Los precios de la quina decayeron notablemente en 1880 debido a que en 1865 el británico Ledger llevó desde el Alto Beni, 12 libras de semillas de los árboles de quina a la Isla de Java, en las Indias Orientales Holandesas (actualmente Indonesia-Asia). En 1930 el sudeste asiático producía el 90 % de la producción mundial de quina. En 1930 químicos alemanes sintetizaron el Atabrine (clorhidrato de quinacrina) más eficaz que la quinina y menos tóxico. En 1944 los químicos estadounidenses Robert Woodward y William Doering consiguieron sintetizar la quinina a partir del alquitrán mineral.
La explotación de la quina y su posterior traslado al principal centro de acopio como fue Sorata, debió lograr un gran movimiento económico en esa población, restos de este apogeo que pueden incluso observarse hasta el presente, reflejados en las imponentes construcciones de esa localidad.
Para la explotación de la quina, primeramente se ubicaban los diferentes árboles en la selva, posteriormente se procedía a derribarlos (se producía la extinción de los árboles) para luego extraer toda la corteza (quina). El rendimiento aproximado era de unos 4 a 6 quintales de corteza de quina de un gran árbol.
Las cortezas se transportaban por ejemplo, desde Mapiri en mulas a centros de acopio, como Sorata (7 días de caminata desde Mapiri hasta Sorata), a la casa Richter (1830-1880) y luego a la casa Gunther (1880-1940), donde se procedía con su comercialización (rescate), para su posterior exportación vía Puerto Pérez en el Lago Titicaca y luego al Puerto de Mollendo en el Océano Pacífico, para posteriormente trasladar la quina a los países de ultramar.
Entre los peligros que se podían tener al explotar la quina estaban los encuentros con los animales de la selva, principalmente con el oso jucumari (oso andino o de anteojos). Los explotadores durante su tarea en la selva, veían también a componentes de la etnia leca.
En 1883 se iniciaba la construcción del Canal de Panamá y la malaria junto con la fiebre amarilla cobraban la vida de 200 trabajadores cada mes.
En la década de 1.940 existió un primer reavivamiento en el comercio de la quina, debido a la Segunda Guerra Mundial, donde las plantaciones de quina de Indonesia cayeron en manos de Japón. Debido a la malaria murieron cerca de 60000 soldados norteamericanos.
Entre 1960 y 1970 se produjo un segundo reavivamiento de la comercialización de la quina, principalmente para su uso en la Guerra de Vietnam (Vietnam del Norte versus Vietnam del Sur, con la participación de Estados Unidos, donde los soldados enfermaban con malaria, paludismo o terciana). La quina salía en avión desde Mapiri hacia la ciudad de La Paz. Entre algunas de las rescatadoras ubicadas en la ciudad de La Paz, estaban “Gasser” y “Estrella Azul”. Existían calidades de corteza.
La malaria o paludismo es una enfermedad humana, de las aves y de los monos, causada por la infección de un protozoo del género Plasmodium transmitido por la picadura de un mosquito del género Anopheles. Los síntomas generales de la malaria son escalofríos, sudoración y fiebre intermitente (cada 3 ó 4 días). Existen 4 formas de malaria según el agente causal, así se tienen las debidas a Plasmodium: (1) vivax, (2) falciparum, (3) malariae y (4) ovale.
Actualmente ya no se usa la quina porque existen medicamentos sintéticos menos tóxicos que la quinina; así por ejemplo actualmente en los diferentes hospitales de Bolivia, para el tratamiento de la malaria se usa el fármaco llamado cloroquina. Se debe recalcar que también en 1973, existían pacientes con casos combinados (ejemplo P. falciparum + P. vivax) en la frontera con el Brasil.
lanchamon@outlook.es
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Artículo Nº 153 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.012.

Inédito.

Norte de La Paz : Explotación de la quina

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano y Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés. Ex Consultor de Naciones Unidas (FAO). Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión Mundial, CARE y Compassion. Investigador, Analista, Columnista y Escritor. Actual Director del Museo “Yolanda  Botello”. Actual Gerente-Propietario del “Centro de Investigaciones Ing. Edgar Ruiz Bonilla”.
Edición y revisión: Egresado de Psicología Marcelo William Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

La quina es la corteza de un árbol (Cinchona calisaya) que era utilizada, antes del descubrimiento de América, por las culturas precolombinas del Perú, como un medicamento, para combatir la malaria. La corteza fue descubierta a principios del siglo XVII en el Virreinato del Perú, Corregimiento de Loja, cerca del pueblo de Malacatos (hoy Ecuador); se empleaba como tónico, extracto, tintura o jarabe. La quina contiene diversos alcaloides como la quinina, quinidina, cinconina y cinconidina, todos antipalúdicos.
Sus virtudes fueron reconocidas en Europa recién en 1631 fecha en que fue llevada por el jesuita Alonso Messia Venegas a Roma, enviado por el primer farmacéutico del Colegio Máximo de San Pablo de Lima (Perú), el jesuita italiano Agustino Salumbrino quien había observado en el Perú, su uso para eliminar las tembladeras producidas por el paludismo, malaria, terciana (fiebre cada 3 días) o chujchu (tembladera). Desde 1638 el tratamiento de la malaria en Europa se basó en un extracto de la corteza del árbol de la quina, extracto que contenía la quinina.
Se dice que el nombre del género “Cinchona” proviene del apellido de la condesa de Chinchón (esposa del Virrey del Perú o conde de Chinchón) a quien la quina curó.
La quina se comenzó a usar masivamente en el siglo XIX para la obtención de la quinina. Su incidencia en el volumen de exportación era ya importante en 1826, cuando Pentland (británico) elaboró un informe sobre Bolivia, en el que asignó a la quina un 12 % del total de productos exportados.
En 1830 el Presidente de Bolivia Andrés Santa Cruz, otorgó facilidades legales a quienes organizasen empresas para explotar la quina y así poder obtener más impuestos para Bolivia.
El auge de la explotación de la quina se produjo en 1850, cuando numerosos pioneros se adentraron en las zonas tropicales de Bolivia, como Mapiri, Guanay, Apolo e Ixiamas, para extraer la corteza.
La existencia de un banco rescatador de quina y el monopolio estatal para su exportación, así como los altos costos de transporte de las regiones productoras del norte de La Paz hasta la costa, imposibilitaron un mayor desarrollo de la producción.
En 1850 en Mapiri y Guanay (provincia Larecaja) existían rescatadores como Otto Richter, en Apolo (provincia Franz Tamayo) habían rescatadores como Aurelio Arias y en Ixiamas (provincia Iturralde) existían rescatadores como Leandro Loayza y otros. En estas 3 provincias habían plantaciones silvestres de quina amarilla (Cinchona calisaya). Generalmente los rescatadores no pagaban todo en dinero a los explotadores, sino en víveres, ropa y otros. Así por ejemplo, se cuenta que la ex casa Gunther de Sorata, pagaba inclusive, parte de la quina a los rescatadores, con botellas de champán francés, que importaba directamente desde Europa.
En 1879 Otto Richter tenía un almacén en la calle Comercio de la ciudad de La Paz, donde rescataba quina, oro y objetos de plata, asimismo vendía enlatados y otros productos importados y realizaba giros a Lima, Londres, París y Frankfurt (Alemania).
Los precios de la quina decayeron notablemente en 1880 debido a que en 1865 el británico Ledger llevó desde el Alto Beni, 12 libras de semillas de los árboles de quina a la Isla de Java, en las Indias Orientales Holandesas (actualmente Indonesia-Asia). En 1930 el sudeste asiático producía el 90 % de la producción mundial de quina. En 1930 químicos alemanes sintetizaron el Atabrine (clorhidrato de quinacrina) más eficaz que la quinina y menos tóxico. En 1944 los químicos estadounidenses Robert Woodward y William Doering consiguieron sintetizar la quinina a partir del alquitrán mineral.
La explotación de la quina y su posterior traslado al principal centro de acopio como fue Sorata, debió lograr un gran movimiento económico en esa población, restos de este apogeo que pueden incluso observarse hasta el presente, reflejados en las imponentes construcciones de esa localidad.
Para la explotación de la quina, primeramente se ubicaban los diferentes árboles en la selva, posteriormente se procedía a derribarlos (se producía la extinción de los árboles) para luego extraer toda la corteza (quina). El rendimiento aproximado era de unos 4 a 6 quintales de corteza de quina de un gran árbol.
Las cortezas se transportaban por ejemplo, desde Mapiri en mulas a centros de acopio, como Sorata (7 días de caminata desde Mapiri hasta Sorata), a la casa Richter (1830-1880) y luego a la casa Gunther (1880-1940), donde se procedía con su comercialización (rescate), para su posterior exportación vía Puerto Pérez en el Lago Titicaca y luego al Puerto de Mollendo en el Océano Pacífico, para posteriormente trasladar la quina a los países de ultramar.
Entre los peligros que se podían tener al explotar la quina estaban los encuentros con los animales de la selva, principalmente con el oso jucumari (oso andino o de anteojos). Los explotadores durante su tarea en la selva, veían también a componentes de la etnia leca.
En 1883 se iniciaba la construcción del Canal de Panamá y la malaria junto con la fiebre amarilla cobraban la vida de 200 trabajadores cada mes.
En la década de 1.940 existió un primer reavivamiento en el comercio de la quina, debido a la Segunda Guerra Mundial, donde las plantaciones de quina de Indonesia cayeron en manos de Japón. Debido a la malaria murieron cerca de 60000 soldados norteamericanos.
Entre 1960 y 1970 se produjo un segundo reavivamiento de la comercialización de la quina, principalmente para su uso en la Guerra de Vietnam (Vietnam del Norte versus Vietnam del Sur, con la participación de Estados Unidos, donde los soldados enfermaban con malaria, paludismo o terciana). La quina salía en avión desde Mapiri hacia la ciudad de La Paz. Entre algunas de las rescatadoras ubicadas en la ciudad de La Paz, estaban “Gasser” y “Estrella Azul”. Existían calidades de corteza.
La malaria o paludismo es una enfermedad humana, de las aves y de los monos, causada por la infección de un protozoo del género Plasmodium transmitido por la picadura de un mosquito del género Anopheles. Los síntomas generales de la malaria son escalofríos, sudoración y fiebre intermitente (cada 3 ó 4 días). Existen 4 formas de malaria según el agente causal, así se tienen las debidas a Plasmodium: (1) vivax, (2) falciparum, (3) malariae y (4) ovale.
Actualmente ya no se usa la quina porque existen medicamentos sintéticos menos tóxicos que la quinina; así por ejemplo actualmente en los diferentes hospitales de Bolivia, para el tratamiento de la malaria se usa el fármaco llamado cloroquina. Se debe recalcar que también en 1973, existían pacientes con casos combinados (ejemplo P. falciparum + P. vivax) en la frontera con el Brasil.
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Artículo Nº 152 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.011.

Inédito.

Don Bosco y la Congregación Salesiana

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano y Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés. Ex Consultor de Naciones Unidas (FAO). Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión Mundial, CARE y Compassion. Investigador, Analista, Columnista y Escritor. Actual Director del Museo “Yolanda  Botello”. Actual Gerente-Propietario del “Centro de Investigaciones Ing. Edgar Ruiz Bonilla”.
Edición y revisión: Egresado de Psicología Marcelo William Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

Don Bosco es el Santo de la Juventud y se llama así a San Juan Bosco, que nació en Becchi (Turín-Italia) el 16 de agosto de 1.815 y falleció el 31 de enero de 1.888. El 2 de junio de 1.929 fue proclamado beato y el 1 de abril de 1.934 fue declarado Santo por el Papa Pío XI. Don Bosco fue fundador de la Congregación Salesiana, en honor a San Francisco de Sales.
En 1.873 se realiza la primera expedición misionera, enviando sus hijos a las misiones a América, gracias a una de las “visiones” de Don Bosco, donde observaba las diferentes riquezas de América, las cadenas de montañas, así como un lago que en este caso sería el Lago Titicaca. Entre las diferentes congregaciones católicas, la Congregación Salesiana se dedica a la educación de la niñez y juventud.
Los primeros salesianos llegaron a Bolivia en 1.896 a la cabeza de Monseñor Santiago Costamagna y se establecieron al final de la Avenida 16 de Julio en la ciudad de La Paz e instauraron el “Colegio de Artes y Oficios”, dedicado a la formación de jóvenes en ramas técnicas como la sastrería, carpintería, zapatería y posteriormente metal mecánica, imprenta y otras. Actualmente existe un centro de carpintería en Escoma (provincia Camacho) y un Centro Agropecuario en Muyurina (Santa Cruz).
En 1.947, el Colegio Don Bosco de la ciudad de La Paz, lanzó la primera promoción de “Bachilleres en Humanidades” (en esa promoción estuvo el joven Adrián Mendoza), desde entonces, se tienen innumerables legiones de bachilleres y técnicos. Desde la década de 1.990 se cuentan con promociones de jóvenes y señoritas bachilleres.
La Congregación Salesiana en La Paz comprende al Colegio Don Bosco situado en la Avenida 16 de Julio; Instituto Domingo Savio (Calacoto), este último impulsado por los R.P. Mario Pani y Antonio Barbato, otrora era un aspirantado; Don Bosco de la zona de Pampahasi, impulsado por el R.P. Domingo Binello; Colegio de Señoritas María Auxiliadora (San Pedro) y María Mazzarello en Villa Victoria. Además existe el Centro Juvenil Don Bosco en El Alto fundado por el R.P. Pascual Cerchi, como también diferentes colegios en Sucre, Cochabamba y Santa Cruz. Por otro lado, cuenta con los centros de formación IBA y CEA (centros de educación técnica de adultos).
En la década de 1.950 en la Avenida Armentia se tenía el Seminario San Jerónimo, regentado por sacerdotes salesianos. En este Seminario, los días sábados y domingos se fomentaba la formación deportiva y religiosa, con cuatro categorías: mosquitos, mascotas, infantiles y juveniles, de esta manera se constituyó en un verdadero semillero de grandes deportistas, dirigidos por el R.P. Saini y los aspirantes a sacerdotes seculares.
En 1.990 se constituyeron los colegios de convenio, gracias a la iniciativa del Hermano Pacífico Feletti estableciéndose las “Escuelas Populares de Don Bosco (epdb)”, participando en la “formación educativa integral” de 92.000 estudiantes y llegando a 240 centros educativos fiscales dentro de Bolivia.
De la misma manera en 1.998 se fundó la Universidad Salesiana de Bolivia (USB) gracias al esfuerzo del R.P. Esteban Bertolusso y otros. Esta universidad en un principio funcionó en la zona de Pampahasi, para luego ser trasladada a Achachicala, la misma ofrece las carreras a nivel de licenciatura en Derecho, Ciencias de la Educación, Ingeniería en Sistemas, Contaduría Pública; asimismo, brindaba el Plan Bienal para maestros normalistas y oferta post grados como ser una Maestría en Educación Superior y varios diplomados. La Universidad Salesiana de Bolivia también existe en Cochabamba.
La Congregación Salesiana se constituye en una de las entidades educativas más prestigiosas y numerosas de Bolivia. Cabe mencionar que la misma tiene diferentes instituciones educativas a lo largo y ancho de nuestro planeta, teniendo presencia en 130 países. El método educativo salesiano implantado en sus colegios es el preventivo, introducido por Don Bosco y sus seguidores.
En este artículo recordaremos a algunos sacerdotes salesianos que trabajaron por el desarrollo de nuestro país, principalmente en La Paz, la mayoría de nacionalidad italiana, que brindaron toda su dedicación, entre los que sobresalen los R.P.: Florian Gilbel, Juan Berta, Romeo Palestro, Reinaldo Rosso, Hugo Zabeo, Antonio Barbato, Clemente Franzini, Antonio Sabini, Juan Sansoé, Esteban Bertolusso, Pablo Dalpos, Mario Dalpos, Alfredo Ariano, Víctor Mura, Renzo Cotta, Felipe Ochoa, René Sierra, E. Murillo, Francisco Palazzo, Domingo Binello Franco, José Iriarte, Bellomo, Fernando Forgues, Renzo Sessolo, Aquilino Libralon, Carlos Lansik, este último era encargado del oratorio ubicado en el actual Coliseo Don Bosco, donde jóvenes realizaban prácticas religiosas, deportivas y los días domingos disfrutaban de una película.
Entre los profesores laicos notables podemos destacar a: Germán Tabera, Adrián Mendoza, Jaime Quintela, Manuel Trujillo, Alfredo Ayala, Manuel Mendoza, Gilberto Rojas, Adrián Patiño, Alfonso Zalles, Víctor Rivero, Hugo Céspedes, Carlos Coello, Edgar Ruiz Bonilla, Luis Sequeiros, Napoleón Vásquez, Toribio Figueroa, Guillermo Pabón, Juan Sossa, Eliodoro Nina, Arturo Costas, Montes de Oca y otros.
En el complejo de El Prado se tiene el Teatro 16 de Julio, la Basílica Menor María Auxiliadora fundada en 1.953 (arquitectura estilo tiwanacota, sin curvas), las instalaciones del colegio y el coliseo. Otrora presentaba la Editorial Don Bosco que se trasladó a la ciudad de El Alto de La Paz.
Entre los millones de alumnos de los colegios Don Bosco del mundo, destacó el joven Domingo Savio, el cual nació el 2 de abril de 1.842 en San Juan de Riva (Chieri-Italia) y falleció el 9 de marzo de 1.857. El 12 de junio de 1.954 el Papa Pío XII lo canonizó.
En los diferentes desfiles, resaltan las bandas del Colegio Don Bosco del Prado, (fundada por el R.P. Antonio Sabini), Domingo Savio de Calacoto y el Colegio Don Bosco de Pampahasi, cuyos integrantes al son de marchas demuestran su gallardía, dando compases, aprovechados por los alumnos. Cabe señalar que también se tenía el Coro Polifónico dirigido por los R.P. A. Sabini y M. Dalpos, a cinco voces mixtas (contralto, soprano, tenor, barítono y bajo), el cual acompañaba en la década de 1.950 a las ceremonias religiosas dominicales llevadas a cabo en el Templo María Auxiliadora.
En 1.815 el Papa Pío VII instituye la fiesta de María Auxiliadora, la cual aparece en repetidas veces a Don Bosco, en sus sueños, indicándole su misión. En consecuencia la patrona de la Congregación Salesiana es la Virgen María Auxiliadora que es la intercesora mediante Don Bosco, entre nuestro Creador y todos los salesianos.
La obra de Don Bosco también incursionó en el área de la comunicación con la Radio Salesiana FM 89.7 ubicada en la ciudad de La Paz.
Todos los años se realizan cenas de camaradería el 31 de enero y el 24 de mayo en honor a Don Bosco y María Auxiliadora respectivamente. Debemos recalcar la existencia del Club de Fútbol Don Bosco (en la Asociación de Fútbol de La Paz), apuntalado por el recordado maestro José Buezo. También se debe poner de relieve la existencia del Centro de Ex Alumnos Don Bosco.
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Artículo Nº 151 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.011.

Inédito.

Norte de La Paz: Atén

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano y Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés. Ex Consultor de Naciones Unidas (FAO). Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión Mundial, CARE y Compassion. Investigador, Analista, Columnista y Escritor. Actual Director del Museo “Yolanda  Botello”. Actual Gerente-Propietario del “Centro de Investigaciones Ing. Edgar Ruiz Bonilla”.
Edición y revisión: Egresado de Psicología Marcelo William Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

La localidad de Atén es la capital del cantón Atén perteneciente a la Primera Sección de la provincia Franz Tamayo. El cantón Atén es el más grande de la Primera Sección con 8.823 kilómetros cuadrados, representando el 62 % de la Sección. La provincia Franz Tamayo tenía 18.386 habitantes (Censo 2.001), la Primera Sección 13.271 habitantes y el cantón Atén 2.200 habitantes. Atén se sitúa aproximadamente a 1.454 metros sobre del nivel del mar, hallándose en la falda de un cerro, a 35 kilómetros al sur de Apolo.
El cantón Atén abarca las comunidades Correo, Inca, Puchahui, Tupili, Suturi, Miraflores, Irimo, Huaratumo, Curiza, Torewa, El Carmen (sobre el río Beni), Charque, Gredal (sobre el río Quiquibey), Bisal (mosetén), San Bernardo, San Luis Grande, Bolsón, Chuswara y otras. Comunidades como Miraflores se hallan en la parte alta del cantón Atén, las cuales son cerros con pajonales; comunidades como Huaratumo se encuentran en plena selva calurosa y comunidades como Charque se hallan en las riberas de ríos caudalosos como es el río Beni.
Para llegar a Atén desde La Paz, se sigue el recorrido La Paz-Huarina-Achacachi-Ancoraimes-Escoma-La Cumbre-Charazani-Calzada-Puchahui-Apolo-Atén, haciendo un total aproximado de 435 kilómetros. Este recorrido se lo realiza desde la ciudad de La Paz a Apolo primeramente en bus (18 horas de viaje) partiendo de los alrededores del Mercado Rodríguez y el trayecto Apolo a Atén se lo efectúa en taxi (1 y media hora de viaje por un camino sinuoso hacia el sur de Apolo, el pasaje cuesta 20 bolivianos).
La localidad de Atén tiene una plaza llamada 13 de Junio, donde se halla un pequeño kiosco. Acá se ubica una Iglesia Católica (el diácono dirige los rezos los días domingos), la oficina del “Comité de Aguas” y la Posta Sanitaria. En Atén existe la “Unidad Educativa Atén”. La población cuenta con luz eléctrica las 24 horas del día. La carretera desde Atén, continúa hacia las comunidades de Huaratumo (3 horas más en vehículo), Irimo, Suturi, así como a Mapiri (provincia Larecaja).
Atén tiene su fiesta patronal el domingo después de Pentecostés (50 días después de Pascua) aproximadamente en el mes de junio en honor al Señor de la Santísima Trinidad (coincide con la Fiesta del Señor del Gran Poder de la ciudad de La Paz). Desde el día jueves de la fiesta, los diferentes comerciantes se trasladan de Apolo a Atén e inician el armado de sus puestos de venta en una calle aledaña a la Plaza de Atén, donde en la fiesta se puede encontrar desde un fricasé. Desde una semana antes de la fiesta, en la Plaza de Apolo aparece un cartél con una invitación para inscribirse en una “peregrinación”. Entre el jueves y viernes parte de Apolo una “peregrinación” que va desde Apolo hacia Atén apie. Asimismo los bailarines de las diferentes comunidades del cantón, van llegando a Atén y acampan en las calles de Atén. Los visitantes provenientes de Apolo y otros lugares suelen acampar en la puerta de la Iglesia. El día viernes en la noche se tiene una verbena con una serenata (guitarreada) con música parecida a las estudiantinas, a cargo de los residentes de Atén, los cuales cantan hasta el amanecer. El día sábado en la mañana, se tienen los bailes de los diferentes grupos entre los que sobresalen los puli puli, quena quena, caperos, viejos, se observa también al diablo, osos, cóndor y ángel, bailando al son de las zampoñas (no existen bandas de música). El día sábado en la tarde se traslada a pie al Señor de la Santísima Trinidad a un cerro llamado Ichupata situado a unas cuantas horas de caminada desde Atén. En Ichupata existe una capilla donde se realizó el milagro del patrono. En la tarde se tiene una misa en la capilla de Ichupata. El día domingo en la mañana se realiza el traslado de la imagen del patrono hacia Atén.
En la fiesta se suele encontrar al investigador y escritor, Profesor César Augusto Machicao Gámez, quien tiene varios libros escritos sobre la historia de Apolo y el Norte Paceño.
En la década de 1.970 el Padre Miguel Dooling (Franciscano norteamericano) creó el Grupo Oscar, encargado de la construcción de caminos rurales, de esta manera construyó el camino Guanay-Mapiri-Atén-Apolo. En esta institución los jóvenes se encargaban de la construcción de caminos en lugar de prestar su Servicio Militar. Actualmente el trayecto Mapiri-Atén-Apolo es recorrido por taxis, ya que como camino de vertebración principal existe el camino La Paz-Charazani-Apolo que logra integrar la provincia Franz Tamayo.
Dentro de la fauna del cantón se tienen a los jaguares, monos, taitetús, jochis, venados, troperos. En los alrededores de la localidad de Atén vive un ave única llamada “palkachupa”. En la comunidad Charque, en las orillas del río Beni, viven las parabas (papagayos o guacamayos). Entre los peces están el surubí, dorado (en el río Beni). Existe ganado vacuno (cebús) así como ganado equino.
Dentro de la flora, el cantón Atén  junto con Huaratumo y otras comunidades son productoras principalmente de incienso y copal (se pueden ver pequeñas cargas de incienso sobre mulas que se dirigen rumbo a Apolo). Producen asimismo café ecológico y de altura, frijol con varias variedades, maíz, arroz, plátano, caña de azúcar, yuca y cítricos. Entre las palmeras existe la chima y motacú. Entre los árboles de aprovechamiento forestal está la quina quina. Existen por otro lado árboles y arbustos para leña. Se tienen plantas medicinales. Entre lo desfavorable está el chaqueo, vale decir la quema del terreno el cual se realiza a falta de algún otro método existente para habilitar un “chaco” para los cultivos.
Dentro de los productos alimenticios elaborados está la chicha de maíz, recolección de miel y elaboración de guarapo.
En el cantón Atén existen ríos importantes como el Atén, Tumo, Beni (navegable) y Quiquibey.
Entre los restos arqueológicos existen petroglifos en aproximadamente 200 piedras en la margen izquierda del río Beni, en un lugar llamado “naranjani” perteneciente a la comunidad Torewa.
La Tierra Comunitaria de Origen Leca ocupa gran parte del cantón de Atén, existiendo algunos conflictos por la “Tenencia de la Tierra”, con las comunidades quechuas (Curiza, Huaratumo y otras) que no son parte de la TCO Leca.
Parte del área intocable (“intangible”) del Parque Nacional Madidi está localizado al este de la comunidad de Huaratumo.
Comunidades como Charque y Torewa que tienen su puerta de ingreso en Rurrenabaque-Beni viven del turismo.
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Artículo Nº 150 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.012.

Ruiz Bonilla Edgar y Ruiz Botello Edgar. “Noreste de Bolivia: Río Iténez y Serranía de San Simón”. Artículo en el matutino “El Diario” del 28 de febrero de 2.012. Suplemento Nuevos Horizontes. Páginas 1, 4, 5 y 6. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

Noreste de Bolivia :
Río Iténez y Serranía de San Simón

Autores: Ing. Geólogo Edgar Ruiz Botello y Dr. Edgar Ruiz Bonilla.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

a) RÍO ITÉNEZ:
GENERALIDADES:
El río Iténez es el límite natural o arcifinio entre el Estado Plurinacional de Bolivia (Provincia Iténez-Departamento del Beni) y la República Federativa del Brasil. Es un río navegable con una longitud aproximada de 1.000 Km. Los brasileños lo denominan río Guaporé. Sus nacientes se encuentran en la Serranía de Paucerna (Bolivia) y en la Serranía Dos Parecís (Mato Grosso-Brasil) y desemboca en el río Mamoré, cerca a los 12º de latitud sud y 65º de longitud oeste. En el tramo que hace de frontera, su ancho máximo aproximado es de 800 metros y el mínimo de 200 metros. Es un río verdaderamente hermoso de aguas cristalinas, en cuyas riberas se halla la selva amazónica.
Al río Iténez, se puede llegar mediante el trayecto La Paz-Santa Cruz y de esta ciudad por vía aérea hasta Remanso o también La Paz-Magdalena-Remanso. Otra alternativa es partir desde la ciudad de Santa Cruz por un camino carretero de segundo orden pasando por San José de Chiquitos-San Ignacio de Velasco-Remanso (cerca a 500 km.). También se puede arribar por vía aérea mediante líneas comerciales, desde la ciudad de La Paz hasta la población de Guayaramerín (Bolivia) y de esta localidad, cruzar el río Mamoré hasta Guajaramirin (Brasil), donde se toma un transporte naval de la “Empresa de Servicio Fluvial del Guaporé”, que tiene grandes embarcaciones con “albarengas”. El viaje Guajarimirin-Remanso dura 5 días y noches, este servicio es quincenal, este recorrido se realiza por el río Mamoré y luego por el río Iténez y se atraviesa la “cachuela” del “Fuerte Príncipe da Beira” que está formada por rocas del precámbrico. La travesía de la “cachuela” es realizada por personal especializado (prácticos), que conocen bien el canal principal. Este lugar otrora fue un fuerte militar portugués, quedando como evidencia construcciones y varios cañones. Además existe un zoológico y un pelotón del ejército brasileño y en sus cercanías es sumamente interesante ver el descenso de hidroaviones (catalinas). Posteriormente en su itinerario la embarcación de la empresa brasileña encosta en poblaciones bolivianas y brasileñas, arribando a Paul de Oleo donde la tripulación y los pasajeros son alimentados con carne de búfalo. En este lugar, se cuenta que el pistolero boliviano Chaqui Curi asesinó a un súbdito brasileño. Esta travesía continúa río arriba por Villanueva, Mateguá hasta las cercanías de Remanso (o Puerto Villazón).
En el río Iténez se presenta la isla boliviana de San Simón, ubicada entre los ríos San Simón e Iténez; tiene una superficie aproximada de 400 kilómetros cuadrados, siendo una de las más grandes del río. En las orillas del río San Simón se presentan varios caseríos, los cuales están comunicados a la población de Versalles que además tiene un puesto militar de la Armada Boliviana (Fuerza Naval). El río San Simón recibe las aguas del río Negro que es navegable por embarcaciones pequeñas hasta El Carmen.
CLIMA, FLORA Y FAUNA:
El clima de la zona del río Iténez es subtropical de bosque húmedo. Durante el invierno son comunes los “surazos” (corrientes frías provenientes del Polo Sur), que se manifiestan a partir del 3 de mayo con el “Surazo de la Cruz”, alcanzando temperaturas muy bajas que inclusive interrumpen las labores escolares, ya que los alumnos visten ropa escasa y muy delgada. Los lugareños denominan a estas corrientes como “surazos mata viejas”. Durante el verano las temperaturas son muy altas.
El suelo es de color rojo debido a la laterización del mismo.
Las viviendas son de una planta, bien aireadas, con paredes de greda (arcilla) que mantienen las habitaciones muy frescas; los pisos están bien compactados; los techos son de hojas de palmeras. Existen otras construcciones sobre “horcones” (soportes) estando las casas a cierta altura del suelo para protegerse de los animales y de las inundaciones.
En ciertas zonas húmedas se presentan “sartenejales” que son ricos en arcillas caoliníticas.
Después del verano lluvioso (mes de marzo), las zonas inundadas empiezan a bajar el nivel de las aguas, dejando en ciertos tramos como saldo a los “curiches”.
En la zona, la vegetación es exuberante, con la presencia de vegetación amazónica, maderas finas y palmeras exóticas, como la especie asahí, de cuyos frutos se extrae un jugo bastante nutritivo y que es de carácter afrodisiaco. También se presentan árboles de siringa y castaña que no son comercializados como en los ríos Mamoré y Madera.
El río Iténez atraviesa la selva amazónica en cuyo interior se hallan diversos animales amazónicos, destacándose los jaguares, chanchos de tropa, antas (tapir), venados (llamados huaso y urinas), capibara (denominada carpicho), tortugas (llamadas petas), bufeos o delfines de río, lagartos, variedad de monos, hermosas parabas de diferentes colores, patos silvestres, mutún, etc. Entre las víboras se tiene a la famosa pucarara, la yoperojobobo y la sicurí (boa). El río Iténez es rico en peces y lagartos, así se tiene al pacú, dorado, bagres, etc.; arácnidos como las arañas, alacranes, escorpiones, avispas (petos), tábanos y hormigas, siendo notable la “tucandera” cuya picadura puede matar a un niño y adormecer a una persona mayor. Los cazadores utilizan como antídoto el “específico pesoa”. En la primavera y el verano se pueden apreciar infinidad de aves bellísimas donde sobresalen las garzas.
Como curiosidades podemos citar que en las cercanías de Mateguá existe la Laguna Tanguinha donde se presentan delfines de río (bufeos colorados o “chocos”). Así también, un cazador mata a un buitre (sucha) cuya carne sirve de carnada para la pesca de pirañas o palometas de colores rojo o azul, las cuales se utilizan para preparar una sopa (“sudao”) que se sirve con arroz.
GEOLOGÍA:
En las cercanías del puesto militar de Mateguá, se tienen los cerros Tanguinha, Oriente y San Rafael con afloramientos de rocas precámbricas que presentan radioactividad debida a la presencia de K-40 (isótopo Nº 40 del potasio). Desde Puerto Raúl se puede arribar por el arroyo Riflero, donde abundan los ambaibos, hasta las cercanías del cerro San Rafael. Además en las cercanías de Mateguá, se presentan las lagunas Leche y Azul, existiendo versiones que en esta última existen piedras semipreciosas, aspecto que el autor senior no constató. A pocos kilómetros de Versalles también se tiene la Laguna Verde, rodeada de palmas reales; esta Laguna puede ser muy bien aprovechada para el ecoturismo, construyendo en Versalles una pista para avionetas.
POBLACIONES Y COSTUMBRES:
En la orilla o “banda” boliviana del río Iténez, tenemos como se dijo anteriormente, principalmente las poblaciones de Versalles, Villanueva, Mateguá, Puerto Raúl, Remanso (o Puerto Villazón) y Puerto Cafetal, con la presencia de miembros de la Armada Boliviana (Fuerza Naval). Cabe recalcar, que en la población de Remanso existe una pista de aterrizaje para aviones medianos, la cual sirvió en los años 1.973 y 1.974 para acarrear material de construcción en los aviones C-47 del TAM, para la edificación de una propiedad del industrial azucarero Ramón Darío Gutiérrez. En la margen brasileña tenemos las poblaciones de Fuerte Príncipe da Beira, Costa Marques, Piedras Negras, Larangueira y otras. Larangueira otrora era un centro leprosario. 
Por la carencia de caminos carreteros, la mayoría de los pobladores bolivianos en el río Iténez, son expertos en la natación, en el manejo de canoas y en la caza y pesca. Así para cazar un jaguar realizan una senda, la cual la limpian completamente, al fondo cuelgan carne y en la base una trampa; el jaguar curioso avanza por la senda limpia, es atrapado en la trampa y luego victimado. En la Bahía de Tanguinha, los lugareños colocan anzuelos con varias puntas (espinel) y utilizan como carnada frutas (marmelada) las cuales colocan en la noche, obteniendo al día siguiente los peces. En los puertos de Versalles, Mateguá y Cafetal existen marineros de la Armada Boliviana (Fuerza Naval), la mayoría provenientes del Altiplano, los cuales aprenden a nadar, manejar machete (trazado), cuya aclimatación se les hace difícil por las picaduras de los insectos con las consecuentes “karachas” y “puchichis” debido a la inflamación de las heridas. Los marineros del occidente boliviano aprenden a nadar en las “correderas” del río.
Cuando el agua desciende, en las playas aparecen las tortugas (tatarugas) para poner sus huevos en las arenas y los lugareños las atrapan volteándolas y así extraen su grasa que sirve para preparar alimentos. Los niños (peladingos) acostumbran nadar desnudos y muchas veces tienen que salir del agua en forma apresurada ante la presencia de los “candiruces” (pececillos que se introducen en el ano).
Es imprescindible acompañar las comidas con “farinha” o “chivé” (harína de yuca), el cual también se utiliza como fiambre (tapeque) y para preparar refrescos. Por otro lado, se acostumbra cocinar las carnes (anta, peces y otros) a la “chapapa” (especie de parrilla).
Existen comerciantes (marreteros) que navegan en pequeñas embarcaciones a lo largo del río Iténez, comprando, vendiendo o haciendo trueque de productos y solamente circula la moneda brasileña.
Los pobladores de Tanguinha, Villanueva y Versalles, principalmente se dedican al cultivo de arroz, yuca, árboles frutales, la caza y pesca. Así en cierta ocasión en Versalles, intercambiaron su producción de arroz por alcohol (cachaza) y bebieron de casa en casa, desde carnavales hasta Semana Santa, hasta que intervinieron las autoridades para cortar el jolgorio y a los reincidentes los colocaron al “cepo”, con la paradoja de que en el mes de noviembre estaban comprando arroz. La gente del Iténez, en las fiestas es muy alegre y bailan al ritmo de música brasileña y taquiraris, sucintándose en ciertos casos peleas o riñas con los brasileños, los cuales en la parte de atrás de la cintura, debidamente disimulada, tienen la “faca” o cuchillo que luego de herir a personas, escapan a la banda brasileña. Los habitantes fuman utilizando mazos de tabaco. El tabaco picado del mazo, se lo coloca en un recipiente, se lo calienta, el producto obtenido se lía en papel (“papelinho”), se prepara el cigarrillo con la lengua y se cierra con saliva similar a los “cow boys”. Este consumo es muy barato comparado con los cigarrillos corrientes que se consumen rápidamente por la gran presencia de oxígeno.
La mayoría de la juventud a temprana edad, va a prestar su servicio militar y rara vez regresa a su hogar. Por la carencia de transporte gran parte de los moradores tienen hernia inguinal por acarrear productos pesados.
Los moradores brasileños son muy católicos y no es de extrañar ver caravanas de embarcaciones con fieles, que van cantando por el río.
Es necesario mencionar que la educación de los niños es muy precaria. No existen ya pobladores autóctonos, la mayoría ha sufrido un mestizaje y no era de extrañar ver muchachas bonitas pero analfabetas.
Los pobladores de las orillas de la margen boliviana del río Iténez entienden el portugués y se expresan con su típico acento oriental, con sus aumentativos terminados en “ango” y diminutivos en “ingo” con expresiones como “la peladinga es lindonga”, etc. y acostumbran saludar en la mañana con la expresión “¿cómo amaneció usted?” y después de una farra con el modismo “¿cómo anda la resaca?”, también se utilizan las peculiaridades: “viera usted” o “viera vos”.
En la zona existe la malaria o paludismo transmitida por el insecto “Anopheles”; otrora esta enfermedad era prevenida por el Servicio Nacional de la Malaria (SNEM), quienes fumigaban con DDT y recomendaban el uso del mosquitero.
Como recomendación final, es imprescindible que siquiera una vez al mes exista una embarcación boliviana a cargo de la Armada boliviana (Fuerza Naval) que recorra el río Iténez prestando la atención médica y de transporte. Este servicio sería inclusive rentable.
b) SERRANÍA DE SAN SIMÓN:
Cerca de la población de Remanzo se presenta la Serranía de San Simón, perteneciente al Cratón del Guaporé, que sobresale de la sabana beniana, con características geomorfológicas y geológicas muy diferentes a las del río Iténez. Existe vegetación en las orillas de los arroyos.
La población más importante de la zona es Remanso o Puerto Villazón, desde la misma se puede llegar atravesando la Hacienda Brisas y luego por una senda paralela al arroyo Colorado, a las vetas de cuarzo lechoso aurífero de diferentes espesores del cerro San Simón, estas vetas son paralelas, cuya explotación es legendaria. La Serranía en general, está constituida por metasedimentos del Proterozoico Medio, formada por argilitas, areniscas, cuarcitas, metagrauvacas, metaareniscas con niveles conglomerádicos en la parte superior. El manto de importancia se presenta en la parte superior. En 1.973, la Comisión de Energía Nuclear (COBOEN) estimó someramente una reserva de 2 millones de toneladas brutas con una ley de 2 g. Au/ton. Otras empresas dieron otros valores.
En la Serranía de San Simón se presentan varios cerros como Desengaño, San Antonio, Picacho y otros. De la Serranía de San Simón discurren arroyos con gravas y arenas y algunos tienen la presencia de oro. Como dijimos anteriormente, rodeando la Serranía de San Simón se presentan extensas sabanas con suelos lateríticos y con estancias con ganado vacuno como Brisas, Arizona, Las Madres, Danubio, Lourdes hasta la Serranía del Padre Eterno.
Como conclusión final, diremos que es necesaria una evaluación real del potencial mineralógico de oro de toda la Serranía de San Simón, mediante un trabajo sistemático y perforaciones. De acuerdo a los resultados se puede realizar una explotación a cielo abierto (“open pit”).
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Artículo Nº 149 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.012.

 

Inédito.

Premio Nobel de La Paz para los 54 discapacitados

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés. Ex Consultor de Naciones Unidas. Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión Mundial y Compassion. Director del “Museo Yolanda Botello”. Director de la “Consultora y Centro de Investigaciones Edgar Ruiz Bonilla”. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

El día 24 de febrero de los corrientes, 54 discapacitados llegaron a la ciudad de La Paz después de 100 días de una “Caminata”, la cual recorrió 1.520 kilómetros, partiendo de la ciudad de Trinidad-Beni, pasando por Santa Cruz, Cochabamba, Oruro hasta llegar a la ciudad de La Paz. En su camino, según las versiones de algunos discapacitados, fueron en ciertas ocasiones, fastidiados en algunas pocas poblaciones.
Fruto de esta marcha de estas 54 personas discapacitadas, entre las cuales se encontraban hombres, mujeres e inclusive niños, sale cada vez más a la luz pública boliviana y mundial (todo fue visto en la Prensa Internacional), la problemática del sector más desprotegido que tiene una sociedad.
Probablemente en parte, esta marcha hizo que el gobierno boliviano, que en un inicio veía imposible dar un bono, al final cediera y de un bono de 1.000 bolivianos anuales, que beneficiará aproximadamente a 20.000 discapacitados y nos podría beneficiar también a los “discapacitados potenciales” que somos los 10 millones de bolivianos y que por ende deberíamos dar las gracias por este su sacrificio a estas 54 personas.
Es así que, analizando el accionar de estos 54 héroes, en su “Caminata” de características sin igual en todo el mundo, el Estado Boliviano a través de sus diversas organizaciones, debería proponerlos para el próximo Premio Nobel de La Paz.
Debemos recordar que en anteriores años, este Premio lo recibió inclusive Barack Obama, quien en la actualidad mantiene “Guantánamo”, que aparenta ser un campo de concentración de la ex Alemania nazi.
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Artículo Nº 148 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.011.

 

Inédito.

La Cumbre de Durban

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad Mayor de San Andrés. Ex Consultor de Naciones Unidas. Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión Mundial y Compassion. Director del “Museo Yolanda Botello”. Director de la “Consultora y Centro de Investigaciones Edgar Ruiz Bonilla”. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

Entre el 28 de noviembre y el 11 de diciembre de 2.011, se llevó a cabo la “Cumbre sobre el Cambio Climático” COP 17 de las Naciones Unidas, desarrollada en Durban-Sudáfrica y como no podía ser de otra manera, resultó ser otro “saludo a la bandera” y es que la opinión pública mundial deberá acostumbrarse a este tipo de cumbres que no resultan ser mas que viajes turísticos de las diferentes representaciones, seguramente con gastos nada pequeños (analizar el plan austero ante los discapacitados). En la COP 17 (17 th Conference of the Parties = Conferencia de las Partes Nº 17) participaron varias delegaciones de diferentes países, las cuales trataron de ponerse de acuerdo en cómo prolongar el “Protocolo de Kioto” el cual fenece el 2.012. Recordemos que los 2 principales contaminadores medio ambientales a nivel mundial son Estados Unidos y la China.
Y es que Estados Unidos, un país “capitalista” posee grandes industrias, representadas por sus fábricas de vehículos como son la Ford, Chevrolet, etc. y otra serie de fábricas en otros rubros, factorías que día y noche emanan humo (dióxido de carbono = CO2) hacia la atmósfera mundial, humo que ocasiona el “efecto invernadero” desembocando en el “calentamiento global”. Estados Unidos “la meca” del capitalismo, en su afán de obtener más y más ganancias para que los accionistas de sus transnacionales obtengan más réditos, no escatimará esfuerzos para elaborar más productos, emanando cada vez más y más humo, lo que algunos han denominado la causa del “calentamiento global”.
Y cómo olvidar a la China, que se autocataloga a nivel mundial como “socialista” y asimismo es etiquetada por muchos incluso como “comunista”, que con otra serie de fábricas de automotores cuyas marcas son un poco desconocidas en Bolivia, poseyendo también fábricas en otros rubros, contamina también la atmósfera día y noche. Así pues en la Navidad que pasó pudimos observar diferentes tipos de productos, como ser ropa y juguetes de procedencia China. La China tampoco va a escatimar esfuerzos para tratar de posicionarse económicamente, líder en el mundo, para lo cual cada vez más y más va produciendo humo en sus fábricas.
Mientras en el conflicto entre Corea del Norte (socialista) y Corea del Sur (capitalista), a través de las cuales, China y Estados Unidos, demuestran su desenfrenado odio mutuo, que incluso ha llegado el año 2.010 a la utilización de misiles que han acabado con algunas vidas humanas y nos prometen en el futuro, todavía ver en funcionamiento su arsenal nuclear; capitalismo y socialismo, unidos como nunca se los había visto, evaden en cada “Conferencia Climática”, su responsabilidad sobre la gran cantidad de humo emanado en la atmósfera por su desarrollo industrial, sellando el destino de la humanidad, dejando solo como solución, un costoso, denominado “adaptación al cambio climático”.
Y qué podemos decir de los demás países participantes en la “Conferencia de Durban”, países que tienen su parte de culpa en la producción de humo, como son Inglaterra, Alemania, Francia, Japón, Canadá, etc. y que para el colmo se creen la vanguardia de la ecología a nivel mundial brindándonos bellas “conferencias teóricas” en Bolivia, primero ellos deberían entender y poner en práctica sus conocimientos y luego recién aparecer para educarnos a los países tercer mundistas. Asimismo qué podríamos esperar de los países denominados “emergentes” y otros como son Brasil, India, Rusia, Argentina, Chile, etc. Como ejemplo, bastará analizar el caso de las 2 gigantescas termoeléctricas chilenas instaladas en Tocopilla, las cuales generan electricidad utilizando carbón y que el humo de sus chimeneas generan dióxido de carbono día y noche hacia la atmósfera.
Y qué podemos hablar de Bolivia, que apareció en la Conferencia de Cancún-México, como el Don Quijote luchando contra los molinos de viento, que en sus bosques (patio trasero) continúa realizando la tala de los descontaminadores gigantes (árboles) y que para entender toda la problemática bastará ver el caso del TIPNIS donde se ven enfrentados varias corrientes como son el “conservacionismo secante” (etnias del TIPNIS), el “desarrollismo occidental” (cocaleros y otros) y donde se observó también el llamado “desarrollo sostenible” (instalaciones turísticas de “empresas”, etc.).
Para entender más la problemática recordemos que las diferentes temperaturas medias de varias regiones de la Tierra han sufrido ascensos, se ha indagado acerca de las causas, para poder explicar dichas elevaciones y se ha hallado una “correlación entre el aumento de las temperaturas medias versus los aumentos de las concentraciones del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera del planeta”. Realizando los análisis respectivos, se ha llegado a la conclusión de que el aumento del CO2 se debe a la permanente producción de “humo” (CO2 y otros gases) ocasionada principalmente por las diferentes fábricas que se hallan en el planeta, mayormente en los países desarrollados como son Estados Unidos (modelo económico capitalista), China (modelo económico socialista), Rusia, India, Brasil, México, Alemania, Francia, España y otros. Estos denominados “gases de efecto invernadero” producen una capa espesa en la atmósfera y así al llegar los rayos solares a la Tierra, ingresan en la atmósfera, rebotan en el suelo, cambia de longitud de onda y luego son obstruidos por la capa de gases, no pudiendo salir al espacio exterior, quedando atrapados, calentando la atmósfera, produciendo el “calentamiento global”. Es así que aparecieron términos como “calentamiento global”, “cambio climático”, “gases de efecto invernadero”, “reducción de emisión de gases de efecto invernadero”, “Protocolo de Kioto” y otros.
Se piensa que el “calentamiento global”, al aumentar las temperaturas medias de las diferentes zonas de la Tierra, ocasiona el derretimiento de los diferentes glaciares del Polo Norte, Groenlandia, Polo Sur y glaciares tropicales (por ejemplo de la Cordillera Real). Se debe acotar que los glaciares son inmensas masas de hielo con nieve, en muy lento movimiento pendiente abajo, que se encuentran sobre la superficie terrestre y que sufren procesos de recarga y deshielo en forma permanente. Debido al calentamiento global, los glaciares desaparecen ocasionando la falta de agua en las alturas, reduciéndose el caudal de los ríos y también disminuyendo la provisión de agua potable a las diferentes ciudades como La Paz y El Alto. Uno de los glaciares al que se lo ha denominado “indicador” (nos señala el futuro de los glaciares), que desapareció en los últimos años es el de Chacaltaya en la Cordillera Real.
Por otro lado el agua que cae de las alturas es utilizada para mover las turbinas, como en el caso del Valle de Zongo y así se produce energía hidroeléctrica. Es así que por ejemplo se vieron cortes de luz en varias ciudades de Bolivia en los últimos meses del invierno (época de secas). El agua que debía encontrarse en los glaciares, posteriormente se traslada a las partes bajas y océanos ocasionando inundaciones y la subida del nivel de los mares.
Por otro lado se debe señalar que la naturaleza retira o “secuestra” el CO2 (humo) de la atmósfera mediante el proceso denominado “fotosíntesis”, en el cual el CO2 se combina con el agua, todo esto ocurre en las hojas de las plantas (inferiores y superiores), generando de esta manera, carbohidratos, grasas, proteínas y vitaminas, que se hallan en la biomasa (frutos, tubérculos, granos, hojas, raíces, tallos, flores, pasto, etc.). Se debe asimismo señalar que existen gran cantidad de plantas principalmente en los bosques amazónicos llamados “siempre verdes”, en éstos la fotosíntesis se realiza todo el año, debido a que en el Hemisferio Sur (Sudamérica, Australia y África) no nieva y estos árboles generalmente no tienen hojas caducas (que se caen en invierno). Así se logra entender la importancia mundial de la Amazonía, que ha sido destruida principalmente por las diferentes empresas madereras que talan (cortan) permanente los bosques.
En relación a la tala de los bosques a nivel mundial, basta tomar como ejemplo (muestreo) los caminos que pasan por el río Beni desde Ixiamas hacia la ciudad de La Paz, donde se observan los camiones de alto tonelaje cargados con madera, esto solo para tener una idea del nivel de tala de los bosques a nivel mundial. Acá se debe añadir el comunicado presentado por el Gobierno Boliviano en el sentido de que solo en el departamento de Santa Cruz, se deforestan 180.000 hectáreas por año. ¡Dios salve a la Madre Tierra del hombre capitalista o socialista!. “Si el hombre desaparece, la Tierra podrá seguir existiendo, pero si la Tierra desaparece o si existen cambios notables en sus ecosistemas, el ser más inteligente del Universo podría autoextinguirse”.
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