domingo, 17 de diciembre de 2017

Artículo Nº 134 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.011.

Ruiz Bonilla Edgar. “¿Acero boliviano?”. Artículo en el matutino “El Diario” del 21 de abril de 2.011. Página 3 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

¿Acero boliviano?

Autor: Ing. Edgar Ruiz Bonilla.
Ingeniero Geólogo con especialidades en Argentina, Francia y Alemania, ex Director a.i. del Servicio Geológico de Bolivia. Ex Catedrático de las carreras de Ingeniería Civil de la UMSA, Escuela Militar de Ingeniería y Univalle, Ingeniería Agronómica de la UMSA, ex Docente de la Escuela Pedro Domingo Murillo y ex Profesor del Colegio Don Bosco de La Paz. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

El acero se obtiene por la combinación del hierro y el carbón, además contiene otros elementos para darle otras propiedades especiales, como ser el cromo para darle mayor resistencia y que sea inoxidable.
Bolivia tiene un gran yacimiento de hierro en el Mutún, situado en la Provincia Germán Busch del Departamento de Santa Cruz y frontera con la República del Brasil. En el Mutún existen según algunos autores, 40.000 millones de toneladas de mineral de hierro (hematita = óxido férrico), con un 54 % de hierro y con una buena cantidad de manganeso (pirolusita = bióxido de manganeso).
Para extraer el oxígeno de la hematita, se precisa un reductor que es el carbón; en otros países esta operación se realiza mediante carbón natural, del cual se carece en Bolivia. En el año 2.006, la Empresa EBX (brasileña) estaba construyendo 2 altos hornos y pensaba realizar la reducción mediante carbón vegetal, cuya operación hubiese causado una deforestación y un gran impacto ambiental, por lo cual, hoy por hoy, ésta operación de reducción se debe realizar con gas natural.
Hasta el presente, Bolivia adjudicó la mitad del yacimiento del Mutún a la Empresa hindú Jindal Steel Bolivia (JSB). Desde un principio, se tuvo diferentes problemas, como ser la adjudicación de terrenos aledaños al cerro del Mutún, luego diferentes controversias entre el Gobierno Boliviano y la Empresa hindú y, todo al final se reduce a simples spots publicitarios.
No es ninguna novedad, que la explotación del Mutún, se debe realizar mediante labores de cielo abierto (“open pit”) y así, un profesional boliviano hasta afirma que esta operación se podría realizar a “pico y pala” para dar trabajo a una infinidad de personas. Se ha escrito bastante sobre el Mutún y su industrialización, como ser el análisis de diferentes clases de hornos siderúrgicos (altos hornos) y sus múltiples aplicaciones. Empero, pocas personas se ocupan del proceso de reducción a partir del gas natural, incluyendo las universidades que tienen sus carreras e institutos de metalurgia o tal vez: ¿seguiremos exportando solamente materias primas sin ningún valor agregado?.
Recientemente, según informaciones de prensa, la Empresa Jindal tiene almacenadas 260.000 toneladas de mineral de hierro secundario triturado de alta pureza listas para exportación sin valor agregado, a 72 dólares por tonelada, que hacen un monto de 18.720.000 dólares americanos, suma que debería ser mayor si se exportase con valor agregado, considerando que Bolivia recibe una suma insignificante como impuestos. La razón de ésta pretensión, es que los minerales de hierro en otros países son de baja ley y, realizando una mezcla (“blending”) con minerales del Mutún, la mencionada mezcla recién sería procesada para la producción de acero y además ser rentable.
CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS: Con este artículo breve, podemos arribar a las siguientes conclusiones y sugerencias:
- Bolivia en el Mutún, tiene una de las reservas más grandes de mineral de hierro del planeta, con una alta ley.
- En otras latitudes la obtención de acero es elemental desde hace siglos, como las armas utilizadas en la Guerra de Troya y otras, a partir de hierro. Sin embargo, en nuestro país es una quimera.
- Para la obtención del acero boliviano, se debe pensar también en nuestras reservas de gas para la reducción respectiva. Últimamente, se tiene la información de que Bolivia solamente tiene una “reserva probada” de 9,9 TCF, por lo cual y muchos otros factores, me hace presumir que Bolivia jamás producirá acero. Ojalá, esté equivocado, haciéndonos pensar que “lo que Dios no da, Salamanca no presta”.
- Por otra parte, con relación al litio presente en el Salar de Uyuni, el mismo debe industrializarse, con la fabricación de pilas, baterías, etc. y, no solamente explotar y exportar carbonato de litio.
lanchamon@outlook.es

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