domingo, 17 de diciembre de 2017

Artículo Nº 140 de nuestro Segundo Libro

Escrito el año 2.011.

Ruiz Bonilla Edgar. “Reintegración Marítima (cuarta parte)”. Artículo en el matutino “El Diario” del 28 de junio de 2.011. Suplemento Nuevos Horizontes. Páginas 4, 5, 6 y 7. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

Reintegración Marítima (cuarta parte)

Autor: Ing. Edgar Ruiz Bonilla.
Ingeniero Geólogo con especialidades en Argentina, Francia y Alemania, ex Director a.i. del Servicio Geológico de Bolivia. Ex Catedrático de las carreras de Ingeniería Civil de la UMSA, Escuela Militar de Ingeniería y Univalle, Ingeniería Agronómica de la UMSA, ex Docente de la Escuela Pedro Domingo Murillo y ex Profesor del Colegio Don Bosco de La Paz. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

- BATALLAS DE ARICA, SAN JUAN, CHORRILLOS, Y MIRAFLORES:

Podemos resumir de la siguiente manera:

- BATALLA DE ARICA:

Después de la Batalla del Alto de la Alianza del 26 de Mayo de 1.880, el Ejército Chileno, habiendo incendiado Tacna, se trasladó, para la toma de Arica y las tropas peruanas y bolivianas del Alto de La Alianza, no retrocedieron o reforzaron Arica, así el ejército boliviano se retiró a La Paz. A partir del 26 de mayo de 1.880, los 65 kilómetros que separan Arica de Tacna, eran un mudo testigo de los acontecimientos posteriores. Arica estaba defendida por 1.858 hombres-héroes que estaban en el legendario Morro de Arica. Este puerto estaba muy bien defendido por cañones situados en el Morro de Arica, cuyos ángulos de sus cañones estaban diseñados para una defensa marítima, pero no terrestre. El Gral. chileno Baquedano envío al My. Salvo como mensajero para pedir la rendición de la plaza de Arica y el Cnl. Francisco Bolognesi con sus soldados, quedando aislado y librado a su propia suerte, convocó a un Consejo de Guerra el 28 de mayo de 1.880 con el objeto de deliberar sobre la suerte de Arica y dio al My. Salvo una respuesta negativa. En la Junta de los defensores de Arica, sobresalió la acción del Cnl. Alfonso Ugarte (de Iquique).
El Morro de Arica tenía una altura de 268 metros y en su cima había una planicie natural con una superficie de 10.000 metros cuadrados con galpones como cuarteles. Las tropas chilenas estaban constituidas por 8.300 hombres que en número eran 4 veces mayor a los defensores de Arica y que además tenían 2.000 hombres más que tenía la flota chilena que bloqueaba Arica, existiendo una desproporción de armas y efectivos.
Desde los primeros días de junio, las tropas chilenas al mando del Gral. chileno Baquedano asediaron Arica, habiendo empezado el 5 de junio de 1.880 con el cañoneo desde tierra sobre Arica sin mayores consecuencias. El día domingo 6 de junio de 1.880, a las 11 de la mañana los cañones chilenos rompen una vez más su fuego desde todos los ángulos sobre el Morro de Arica. A la 13:30 la flota chilena empieza también su cañoneo. Dicha flota contaba con el Acorazado Cochrane, la corbeta Magallanes, la goleta Covadonga y el Loa.
El 7 de junio de 1.880 a las 5 a.m. se inicia el verdadero Holocausto de Arica, iniciando su marcha los regimientos chilenos hacia los fuertes peruanos, habiendo tomado “La Ciudadela” y “El Fuerte Este”. En Arica ya no habían instructivos ni arengas, cada cual sabía del compromiso que tenían para con el Perú y consigo mismos. Alfonso Ugarte con una pequeña bandera peruana se inmoló arrojándose al abismo por los empinados farallones del Morro. El comandante Francisco Bolognesi fue alcanzado por una bala chilena cayendo mortalmente herido para ser rematado con un culatazo destrozándole el cráneo. El ataque chileno fue demoledor. Allí fallecieron principalmente, fuera del Cnl. Francisco Bolognesi, el Cnl. Alfonso Ugarte, los tenientes coroneles Ricardo O´Donovan, Ramón Zavala, Armando Blondel, Felipe de Zela, Isidoro Salazar y otros. Además los insignes ciudadanos Juan Moore, José Inclán, Justo Arias y Mariano Bustamante. Cuando las tropas chilenas al mando de Lagos, descendieron del Morro hacia la ciudad de Arica se impuso la consigna: “hoy no hay prisioneros”. Algo más de cien soldados peruanos que quedaron se refugiaron en la Catedral Provincial de Arica y los Consulados de Inglaterra y Estados Unidos, los cuales una vez ubicados fueron conducidos a la plaza donde fueron fusilados en las gradas de la Catedral.
Cabe también mencionar y aclarar, que en Arequipa había un Regimiento de 2.000 hombres al mando del Cnl. Leyva, cuyos efectivos jamás llegaron para reforzar al ejército aliado en el Alto de La Alianza, como también a la Batalla de Arica, cuestión que posteriormente fue muy criticada.

- BATALLAS DE SAN JUAN, CHORRILLOS y MIRAFLORES:

Según diferentes autores, peruanos y chilenos, posteriormente, el 19 de noviembre de 1.880, la Primera División del Ejército Chileno (8.500 hombres) desembarcó en la Bahía de Paracas, próximo al pequeño puerto de Pisco. Todas las fuerzas que desembarcaron llegaron e hicieron un total de 26.500 hombres con 80 cañones y 8 ametralladoras.
Desde mayo hasta diciembre de 1.880, los blindados chilenos que bloqueaban el Puerto del Callao, intentaron varias veces bombardear Lima. La escuadra chilena, perdía en septiembre el transporte Loa y la corveta “Covadonga”, que los peruanos destruyeron mediante torpedos.
Posteriormente, el Presidente Chileno Aníbal Pinto, para invadir Lima, ordenó dejar diez mil hombres entre Tacna, Iquique y Antofagasta y el resto lo dispuso para invadir la ciudad de los virreyes, Lima.
El 6 de noviembre de 1.880, José Francisco Vergara a nombre de Aníbal Pinto convoca a un Consejo de Guerra y se acuerda que el 14 de noviembre zarpe rumbo a Paracas la Primera División de Villagrán que sería la avanzada del ejército invasor y con la unión el 1º de diciembre de la 2da brigada del Cnl. José Gana, constituiría un contingente de 12.000 hombres. El ejército chileno ocupó Pisco e Ica sin ninguna resistencia peruana, gracias a la intransigencia del dictador peruano Nicolás de Piérola, que concentraba en Lima todas las fuerzas peruanas. Desde Ica parte del ejército chileno fue por tierra al mando del Cnl. Patricio Lynch (“el príncipe rojo”) y el resto fue por mar hasta Chilca. Posteriormente se unió con las fuerzas desembarcadas de Baquedano. El 22 de diciembre, la flota invasora amanece ante la bahía de Chilca (70 kilómetros de Lima) y desembarca en la caleta de Curayacu cinco millas al norte de Chilca, gracias a la averiguación de Linch, que le informaba que no había fuerzas defensivas y así Baquedano desembarca más al norte aprovechando una jornada de marcha. El desembarco total (hombres, cañones y acémilas) duró 12 días. Luego Baquedano y sus tropas ocupan el Valle de Lurín sin problemas por el cual corría un río, donde permanecieron 20 días sin molestias. Posteriormente Baquedano ordenó la inspección de la “Línea Peruana de Defensa de San Juan”. Así el ejército chileno prácticamente estaba dispuesto a dar el ataque frontal frente a la frágil Línea de San Juan. Todo el ejército peruano constaba de 25.000 hombres. El 12 de enero de 1.881 Baquedano frente a la Línea de San Juan que era una absurda línea de 17 kilómetros, tenía 30.000 hombres y los peruanos eran 18.000 en la Línea de San Juan. En la defensa de la Línea de San Juan habían 18.000 hombres contra 30.000 de los chilenos; en forma desconectada se encontraban 6.000 en Miraflores y 3.000 en el Callao. En la derrota de San Juan existía una franciscana pobreza en cuanto a la artillería peruana. El 13 de enero de 1.881 las tropas peruanas recibieron el choque de las fuerzas enemigas y fueron derrotadas. El héroe de San Juan resultó ser el peruano Miguel Iglesias.
En cuanto a la “Batalla de Chorrillos” llevada a cabo entre el 13 y 14 de enero de 1.881, ella no existió verdaderamente, sino que se puede hablar solo de una despiadada caza de individuos, saqueos e incendios a cargo de los chilenos. Solamente Andrés Cáceres y sus hombres intentan llegar a Chorrillos.
Una vez derrotada la Línea Defensiva de San Juan y el saqueo, asesinatos e incendio de Chorrillos, el 15 de enero de 1.881, en Miraflores se tenía una Segunda Línea Defensiva constituida por lo más graneado de la juventud limeña reforzado por las tropas del Callao. El 15 de enero a las 7 a.m. un grupo de Misiones Diplomáticas establecidas en Lima, visita al Gral. Baquedano solicitándole un armisticio. A las 14 horas el Cuerpo Diplomático se establece en Miraflores donde entrevistó a Piérola. Empero, en ese momento, se escucharon metrallas del ejército chileno, habiéndose retirado Piérola. En Miraflores se formó una Línea Defensiva constituida por civiles y los dispersos de San Juan, formando 10 reductos. Además Piérola tenía 9 batallones de reserva en Vásquez, los mismos que no dispararon ni un solo tiro ya que por orden de Piérola, fueron desmovilizados para retornar a sus hogares. A las 5:30 huye el dictador Piérola, mientras que la defensa de Miraflores continúa.
En contraste con la ineficiencia de la artillería peruana, la moderna artillería chilena protegió a los soldados de su infantería. Además la artillería naval chilena silenció en menos de 1 hora al fuerte Alfonso Ugarte. El héroe de la “Batalla de Miraflores” fue el Cnl. Andrés Avelino Cáceres.
Después de la “Batalla de Miraflores”, el Ejército Chileno, ingresó en Lima, el 16 de enero de 1.881 al mando del Gral. Baquedano, el cual se apeo de su caballo y eligió como su residencia el Palacio de los Virreyes. El resto de la tropa se instaló en la Biblioteca Nacional, la Escuela de Ingenieros y el Palacio de Exposición. Es de suponer que las tropas chilenas saquearon todo lo que tenían a su alcance.
Como conclusión de las batallas de San Juan, Chorrillos y Miraflores, podemos afirmar que el dictador peruano Piérola no opuso ninguna resistencia al desembarco en Curayacu, de las tropas chilenas, concretándose a la defensa de Lima.
El 22 de febrero de 1.881 un grupo de notables peruanos eligen como presidente a Francisco García Calderón como presidente provisorio en el pueblo de Magdalena. El gobierno de Nicolás de Piérola se encontraba en Ayacucho, sin reconocimiento, terminó renunciando el 28 de noviembre de 1.881. Cabe mencionar, que García Calderón el 6 de noviembre de 1.881, por negarse a firmar un tratado con desmembración territorial, es enviado como prisionero a Chile a bordo del “Cochrane”. Luego sucedieron como presidentes peruanos: Lizardo Montero Flores, quien llevó el Congreso a la ciudad de Arequipa hasta el 28 de octubre de 1.883. El Cnl. Miguel Iglesias, en el norte peruano, en forma paralela, se autoproclama como Presidente el 30 de diciembre de 1.882, accediendo en forma verbal a la cesión territorial el 3 de mayo de 1.883. El 23 de octubre de 1.883, el Cnl. Miguel Iglesias ingresa a Lima para instalarse en el Palacio de Gobierno.
El chileno Patricio Linch fue el jefe militar de la ocupación de Lima, desde 1.881 a 1.884 hasta la firma del Tratado de Ancón. Dicho Tratado fue firmado en Lima, entre Perú y Chile, el 20 de octubre de 1.883, por Miguel Iglesias y, fue promulgado el 11 de marzo de 1.884 por el Congreso Constituyente Peruano. En el Tratado de Ancón, se acordaba el dominio chileno sobre la Provincia de Tarapacá y la ocupación de las provincias de Tacna y Arica por 10 años, al cabo de los mismos debía realizarse un plebiscito para determinar la nacionalidad de éstas. Posteriormente a este Tratado, en agosto de 1.884 los chilenos abandonan el Perú.
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