Artículo Nº 109 de
nuestro Segundo Libro
Escrito el año
2.010.
Ruiz Botello Edgar. “Villamil
de Rada y el aymara”. Artículo en el matutino “El Diario” del 28 de agosto de
2.010. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.
Villamil de Rada y el aymara
Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex
Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de
Naciones Unidas. Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión
Mundial y Compassion. Investigador, Analista, Columnista
y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Derecho Marwin Eduardo
Ruiz Botello.
Emeterio Villamil
de Rada nació en el pueblo de Sorata el 3 de mayo de 1804 y falleció en Río de
Janeiro-Brasil en 1880. Sus padres fueron doña Isidora Rada y don Ildelfonso
Villamil, personas muy acomodadas. Emeterio fue políglota (hablaba muy bien 22
idiomas y otros 10 medianamente), filólogo (lingüista), empresario, político,
investigador y escritor. Estudió en el Seminario de la ciudad de La Paz que
estaba a cargo de frailes y clérigos, adquiriendo conocimientos de latín y
religión, empleando el método de estudio memorístico, propio de esa época.
Se dice que en
1825, año de la Independencia (naciendo la República de Bolivia), dio un
discurso de bienvenida en la ciudad de La Paz, a Simón Bolívar y Antonio José
de Sucre.
En 1826, gracias a
su posición económica muy acomodada, acompañó a Lord Behring (etnógrafo y
filólogo), trasladándose a Londres-Europa, donde prosiguió estudios
relacionados al griego, latín, inglés, sánscrito y otros. Asimismo aprovechó la
oportunidad para visitar varias ciudades incluída Paris.
Emeterio retornó a
Bolivia en 1833, recibiendo de la Universidad San Andrés el título de Doctor en
Bellas Artes, es así que ejerce la docencia en la materia de literatura.
Ulteriormente incursionó en la política llegando al cargo de diputado.
Por otro lado
irrumpió también como empresario minero en el rubro del cobre, actividad que
subsecuentemente abandonó.
Por problemas
políticos, Emeterio tuvo que salir de Bolivia y vivió en Lima-Perú contrayendo
matrimonio en 1842, así nació de esa unión Octavio, el cual posteriormente
falleció. Prosiguió sus actividades empresariales, en el norte peruano, esta
vez en el rubro de la quina, pero no le fue bien. Más tarde se trasladó a San
Francisco-California-Norteamérica, donde formó un periódico que editaba en
cuatro idiomas, actividad que le redituó muy bien económicamente, fortuna que
la invirtió en la importación de casas de madera desde New York, pero debido a
un incendió, Emeterio quedó en la calle.
Posteriormente
viaja a México, donde empresarialmente continúa fracasando. Acompañado por un
pastor decide emigrar hacia Sydney-Australia, donde laboralmente solo le espera
el sufrimiento, pero siquiera logra aprender algunas lenguas del lugar.
Regresa a Bolivia
en 1856 y es elegido diputado nacional por Sorata. Pugnas políticas le obligan
a huir al Perú. En 1861 retorna a Bolivia y funda un periódico, “La Bandera
Tricolor”.
En 1861 es diputado
nuevamente, e incursiona como empresario aurífero en Tipuani, como su padre lo
había hecho décadas antes.
Es nombrado
comisario demarcador de los límites entre Bolivia y Brasil fijando su
residencia en Río de Janeiro-Brasil, donde conoce al barón de Cabo Frío.
Se dice que en el
Brasil es donde logra escribir las obras literarias de su propiedad, gran parte
de éste su trabajo lo envía a Bolivia y por los azares de la vida, se quema en
el incendio del 20 de marzo de 1875 en el Palacio Quemado de la Plaza Murillo.
En vista de que nadie había puesto interés en su trabajo literario, en 1880,
muy deprimido, pobre y viejo, se suicida en Río de Janeiro.
Según el estudioso
Nicolás Acosta, la obra de Villamil de Rada incluye obras tales como: “El
sistema de la primitividad americana”, “Nacionalidades americanas emanando del
Perú”, “La localidad del Edén y su mapa de los cuatro ríos que designa con
precisión el Génesis”, “La historia prehistórica, generante de la ulterior”,
“Introducción al vocabulario en aymará teutónico”, “De los radicales aymaras en
lenguas arianas”, etc. Se dice que todos estos trabajos iban destinados a
conformar una obra denominada “La filosofía de la humanidad”.
Empero, con el
tiempo, de las obras de Emeterio Villamil de Rada, se logró recuperar o
elaborar una denominada “La lengua de Adán y el hombre de Tiahuanaco”, obra
donde Emeterio (políglota y estudioso), lanza su “teoría”, mencionando que la
lengua aymara pudiese ser la primera lengua en hablarse sobre la Tierra, de la
cual emergieron otras. Asimismo en consecuencia, el “relato de la historia de
Adán y Eva” debió transcurrir en la lengua aymara (los personajes de Adán y Eva
hablaban aymara).
Por otro lado,
comparando “lingüísticamente” los nombres actuales de algunos de los ríos de la
provincia Larecaja (Mapiri, Tipuani, Challasuyo, Challana y Coroico), con los
nombres de los ríos que circundaban el “Edén” bíblico (Tigris = Coroico,
Eufrates = Mapiri, Phison = Tipuani y Gehon = Challana o Challasuyo), Emeterio
ubica al “paraíso terrenal” con un centro en Sorata y siquiera con un radio de
por lo menos cien kilómetros alrededor, especialmente hacia el noreste.
“Preguntaronlé al
aymara ¿dónde están tu literatura y monumentos, dónde tu poesía y tu historia?.
En todo el globo, responde, soy el modelo, formé las lenguas y las naciones”.
Para los amantes de
la literatura y el aymara, la obra se encuentra a la venta en el pasaje Núñez
del Prado de la ciudad de La Paz y también se expone en internet.
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com
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