Artículo Nº 129 de nuestro Segundo Libro
Escrito el año
2.011.
Ruiz Botello Edgar. “Las
miradas de los niños”. Artículo en el matutino “El Diario” del 3 de marzo de
2.011. Página 3 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.
Las Miradas de los niños
Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex
Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de
Naciones Unidas. Ex médico de las Organizaciones No Gubernamentales Visión
Mundial y Compassion. Investigador, Analista, Columnista
y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Derecho Marwin Eduardo
Ruiz Botello.
Para un médico, uno
de los instantes más emotivos de interacción con los pacientes es la realización
de su “internado rotatorio” y dentro de éste, 2 de los rotes más enternecedores
son el paso por el “Hospital de la Mujer” y el segundo, el paso por el
“Hospital del Niño”, ambos localizados en la Zona de Miraflores de la ciudad de
La Paz.
En el rote por el
“Hospital de la Mujer” se atienden los diferentes partos y el instante más
conmovedor de éste proceso es cuando nace un bebe y abre los ojos por primera
vez, para observar el medio que lo rodea y lo primero que ve en su vida, es a
su médico, con una “mirada de niño”.
De este nuevo ser,
no podemos obtener ninguna información verbal, pero basta ver su “mirada” para
imaginar sus ansias de conocimiento y su enorme curiosidad ante todo. Claro que
también podemos obtener otro tipo de información mediante el examen físico
respectivo.
Al inicio todos los
bebes parecen iguales, pero con el tiempo se puede percibir que todos los
recién nacidos son heterogéneos, los cuales en consecuencia tendrán un destino
diferente. Pasados algunos minutos a algunas horas, también uno se llega a
enterar que algunos niños nacieron enfermos y necesitarán de entrada de un
tratamiento médico. Algunos nacen con un APGAR deficiente (falta de oxígeno al
nacer), lo que nos puede hacer pensar, por ejemplo, en una posible “parálisis
cerebral” de un determinado grado y nos imaginamos en consecuencia que algunos
pocos pasarán a enrolar los “ejércitos de discapacitados del país”, sin recibir
en algunos de los casos la atención respectiva (estimulación temprana,
educación escolar, transporte hacia la escuela, atención gratuita en salud,
rehabilitación gratuita, manutención para alimentos) de parte del Estado
Boliviano, viendo sus “miradas” que lo dicen todo, en las diferentes marchas
que efectúan.
Otro de los
instantes emotivos es cuando cada recién nacido llega a ser conocido por su
madre, su padre, hermanos, abuelos, tíos, tías y parientes, existiendo el
respectivo “cruce de miradas” (conversación en silencio). Debido a que existen
padres jóvenes primerizos, padres mayores y madres solteras, cada bebe en
relación a su entorno, tendrá un destino diferente. En relación a este tema, el
instante que más le impresionó al autor fue la llegada al Hospital de un padre
de familia trayendo un pequeño “terno” tipo mameluco para su hijo, demostrando de
esta manera su amor infinito hacia él (“acciones más que palabras”).
En cuanto al rote
por el “Hospital del Niño”, allí existen diferentes salas, como por ejemplo la
sala de “quemados”, “traumatología”, “infectología”, “unidad de terapia
intensiva”, etc., allá generalmente están los niños más grandes.
El instante que más
recuerdos trae es la presentación de cada paciente a las 8 de la mañana de cada
día. La presentación empieza con: “Paciente de…”.
De los diferentes
casos que el autor vio, expone algunos casos clásicos:
Después de las
Fiestas de San Juan: “Paciente de 4 años de edad, en su primer día de
internación, con el diagnóstico de: Intoxicación por ingestión de fósforo
(chispitas)…”.
Después del choque
de 2 flotas en la carretera a Oruro, donde uno de los conductores estaba ebrio:
“Paciente de 6 años de edad, en su segundo día de internación, con el
diagnóstico de: Amputación de pierna derecha…”.
Después de
derramarse con el kerosene (mechero) y quemarse en Los Yungas: “Paciente de 7
años de edad, en su tercer día de internación, con el diagnóstico de: Quemadura
de tercer grado en la cara…”.
“Paciente de 8 años
de edad, con el diagnóstico de: Leucemia…”.
“Paciente de 3
meses de edad, en consulta externa, con el diagnóstico presuntivo de: Síndrome
de Down a descartarse…”. En todas éstas enfermedades existirá un común
denominador, cada pacientito dirá implícita (“con una mirada”) o
explícitamente: “quiero vivir”.
Y es que éstos 2
rotes son tan enternecedores, porque no es lo mismo que a uno, las enfermedades
lo encuentren a la salida de la vida, que a la entrada.
Valgan estas líneas
para que los padres de familia y futuros padres, tengan más cuidado con el
proceso de planificación del embarazo (niños deseados), el embarazo mismo
(asistencia a sus controles prenatales), el parto (con personal calificado) y
la salud de cada uno de sus niños (controles periódicos con el pediatra y
cuidado domiciliario de sus niños). Asimismo para que el Estado ponga más
atención principalmente hacia los niños enfermos, más que todo hacia los
“discapacitados”. Y finalmente para que los médicos (“ángeles de blanco”) se
capaciten cada vez más y más para poder combatir a las enfermedades cada vez en
mejor forma.
“Dicen que una
mirada vale más que muchas palabras” y que “los ojos son el espejo del alma”.
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com
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