sábado, 2 de septiembre de 2017

Artículo Nº 76 de nuestro Primer Libro

Escrito el año 2009.  

Ruiz Botello Edgar. “El Día del Árbol”. Artículo en el matutino “El Diario” del 1 de octubre de 2.009. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

El Día del Árbol

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de Naciones Unidas. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

El primero de octubre de cada año, en Bolivia, se festeja el día del árbol. La agrupación de árboles forman los bosques, éstos dan origen a los recursos forestales, éstos se clasifican en maderables (mara, roble, cedro, eucalipto, etc.) y no maderables (castaña, goma, incienso, jatata y otros).
Ahora más que nunca los árboles son muy importantes, debido a su interrelación directa con el “calentamiento global” (“cambio climático”). Resulta que desde que el hombre llega a descubrir, cómo producir fuego, empieza el aumento en la producción de dióxido de carbono (humo) en la atmósfera de nuestro planeta. Todo esto se ve aumentado con la “revolución industrial”, donde aparecen sobre la Tierra gran cantidad de fábricas, las cuales, principalmente se dedican a la producción de dióxido de carbono entre otros productos.
Según las últimas mediciones de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera,  ésta concentración ha aumentado de sobremanera. Asimismo en los últimos años se ha observado, mediante las mediciones respectivas de las temperaturas medias, medio ambientales de la superficie terrestre, aumentos considerables (“calentamiento global”). Buscando una explicación, se ha podido mencionar, que los aumentos de las temperaturas medio ambientales, se deben al denominado “efecto invernadero”. Éste se explica mencionando que los rayos solares llegan a la superficie terrestre y rebotan en el suelo, cambiando su longitud de onda, los nuevos rayos ya no pueden salir de la Tierra, debido a que las altas concentraciones de dióxido de carbono (humo) en la atmósfera (“efecto invernadero”), forman una especie de cortina, de esta manera los nuevos rayos se convierten en calor, ocasionando un aumento en la temperatura medio ambiental, tal cual sucede en un invernadero.
Al aumentar las temperaturas medias, medio ambientales, se tienen la desaparición de los glaciares, como ocurrió con el Chacaltaya (“indicador”), asimismo se tiene el derretimiento considerable de los casquetes polares. Todo esto lleva a que el hielo se descongele, convirtiéndose en agua, quien en última instancia se deposita sobre los océanos, logrando aumentos del nivel de éstos, produciéndose inundaciones en las costas. También al disminuir los glaciares, como en el caso boliviano, los caudales de los ríos disminuyen y peligra la dotación de agua potable a las ciudades (La Paz y El Alto). Debemos recordar también que las usinas eléctricas, como las de Zongo, utilizan el agua para mover sus turbinas, en consecuencia también el fluido eléctrico corre peligro.
Entre las variables del “calentamiento global”, se tienen principalmente a las altas concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera. Existen muchas formas en que se pueden disminuir las altas concentraciones de dióxido de carbono, una es disminuir su producción, vale decir que se deben cerrar gran cantidad de fábricas sobre la superficie terrestre, las cuales producen humo, claro que esta opción, puede traer gran cantidad de desempleo en los diferentes países, principalmente los altamente industrializados, en consecuencia la cura resultaría peor que la enfermedad. Tal vez se deba pensar en la reconversión de las fábricas (a una velocidad adecuada), en la utilización de fuentes energéticas limpias (como el gas), el desarrollo de los vehículos híbridos (con la utilización del litio), etc.
Otra de las maneras en que se puede lograr disminuir las altas concentraciones de humo, es mediante la “fotosíntesis”. La fotosíntesis la realizan los vegetales, principalmente en sus hojas verdes, mediante ésta, las hojas atrapan el humo juntamente con la energía solar y las raíces secuestran el agua del suelo, de esta manera se produce una reacción química, obteniéndose como productos finales oxígeno y biomasa (madera, nuevas hojas, tallos, flores, frutos, raíces, etc.), quedando secuestrado el humo, es así que llegamos al crecimiento de los árboles y también llegamos a obtener nuevos árboles.
Si analizamos la diferencia entre los bosques de los Hemisferios Norte y Sur, observamos que los del Hemisferio Sur, vale decir el Amazonas, realizan el proceso de la “fotosíntesis” todo el año, ya que en el Hemisferio Sur no nieva en el invierno. Por otro lado, en un gran porcentaje, existe un “bosque siempre verde” en el Amazonas, vale decir los bosques no pierden las hojas en el otoño.
A diferencia, en el Hemisferio Norte existe nieve en el invierno, estando cubiertas de nieve las hojas de los diferentes árboles, no pudiéndose realizar la “fotosíntesis” en esta estación, en consecuencia el dióxido de carbono no puede ser convertido en biomasa en los meses invernales. Por otro lado, la mayoría de estos bosques casi siempre sufren la caída de sus hojas en el otoño. De esta manera podemos llegar a entender la gran importancia del Amazonas, a nivel mundial, como secuestrador del dióxido de carbono.
En Bolivia, como en toda Sudamérica, el Amazonas se va reduciendo a pasos agigantados, debido a la explotación forestal desmesurada, realizada principalmente por las diferentes empresas madereras, a quienes poco o nada les interesa el “calentamiento global” y sus consecuencias. Asimismo debemos recordar que se talan los árboles para lograr despejar los terrenos y poder aprovecharlos para la ganadería y la agricultura con las plantaciones de soya, algodón, caña de azúcar (biocombustibles), arroz, yuca, etc., es lo que se conoce como el “avance de la frontera agrícola”, con los pasos “tumba (de los árboles), roza (de los residuos) y quema”, desapareciendo en la mayoría de los casos, para siempre los bosques. Es el denominado “chaqueo”.
El día del árbol, recordado cada año, nos sirva para recapacitar, acerca de la existencia de este ser silencioso, el cual ayuda a mantener el “equilibrio ecológico” sobre la Tierra.
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com




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