Artículo Nº 93 de nuestro
Primer Libro
Escrito el año 2.010.
Ruiz Bonilla Edgar
y Ruiz Botello Edgar. “Terremoto y tsunami en Chile”. Artículo en el matutino “El Diario”
del 6 de marzo de 2.010. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.
Ruiz Bonilla Edgar
y Ruiz Botello Edgar. “Terremoto y tsunami en Chile”. Fotografía en el matutino “El Diario”
del 6 de marzo de 2.010. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.
Terremoto y tsunami
en Chile
Autores: Ing. Geólogo Edgar Ruiz Bonilla y Dr. Edgar
Ruiz Botello.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William
Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.
INTRODUCCIÓN: El día 26 de
enero de 2.010 publicamos en “El Diario” el artículo titulado “Terremoto en
Haití y la Tectónica de Placas”, en dicho ensayo exponíamos una serie de
consideraciones. Empero, cabe recordar algunos conceptos: los terremotos, maremotos
(tsunamis = grandes olas), volcanismo y la formación de cordilleras están
íntimamente relacionados con la Tectónica de Placas. La corteza de nuestro
planeta está formada por doce placas irregulares y de diferentes dimensiones,
dichas placas son semejantes a mosaicos, cuyas uniones o fracturas son los
testigos de la acción mutua entre ellas, dicha interacción inconmensurable
acumula y produce un gran desprendimiento de energía, con efectos devastadores.
TERREMOTOS Y MAREMOTOS (TSUNAMIS): Se denomina como hipocentro al origen de un movimiento sísmico y su
proyección en superficie se denomina epicentro, teniendo un efecto devastador en los puntos
cercanos a estos, dependiendo de la profundidad y del material que se
encuentren entre el hipocentro y el epicentro.
Generalmente en
“sensus strictus”, se señala como terremoto cuando el epicentro está en el
continente y maremoto o tsunami cuando el epicentro está en el mar.
En la república de
Chile, el sábado 27 de febrero a horas 3:36 a.m. (hora local), se inició un
terremoto, con epicentro a 90 kilómetros de Concepción. Sin embargo, a pocas
horas del terremoto, se produjo un tsunami cuyas olas de aproximadamente 10
metros de altura, avasallaron las poblaciones costeras del litoral del Océano
Pacífico. En este caso, la presencia del terremoto de magnitud 8,8 grados en la
escala de Richter, el tsunami y las más de cien réplicas o movimientos sísmicos
menores, debidos al reacomodamiento de las placas, tienen una íntima relación.
Cabe recalcar, que
en el territorio chileno, existen dos placas tectónicas, la de Nazca (Oceánica)
y la Placa del Continente Sudamericano; la Placa de Nazca subyace o se
introduce debajo de la Placa Sudamericana, fenómeno llamado subducción. Algunos
autores suponen que ésta subducción es, o avanza unos centímetros por año.
La acción entre las dos placas,
dió lugar a la formación de los arcos insulares (Archipiélago de Juan
Fernández) y en el continente a la formación de volcanes y cordilleras.
El
terremoto y el tsunami en Chile tuvieron una acción devastadora, afectando al
60 % de ese país, con la destrucción de rutas, puentes, casas, edificios,
instalaciones eléctricas, de agua y otros. Empero, debido a la construcción de
edificios antisísmicos, bajo normativas especiales, el desastre no fue mayor,
pero las construcciones de adobes (arcilla mas paja) y madera fueron devastadas
totalmente. Esta catástrofe dañó y destruyó innumerables poblaciones en las
regiones de Santiago, Concepción, Bío Bío y Maule, con las poblaciones de Lota,
Curanilahue, Talcahuano, zona de Arauco, Talca, Temuco, Vichuquén, Gral.
Prieto, San Pedro de La Paz y otras poblaciones. En la costa chilena destruyó
varias poblaciones entre las que podemos citar principalmente: Concepción,
Dichato, Boyeruca, Pelluhué, Curanipe, Iloca, Llico, Cerro Verde.
Esta
catástrofe produjo una movilización de solidaridad de varios países y,
lastimosamente también un terremoto social con acciones de vandalismo y
saqueos. Asimismo se observó que los damnificados pernoctaron en carpas y vehículos,
hallándose a la intemperie.
Hasta
el presente hubieron 800 fallecidos, cuyo número irá en aumento, también afectó
a dos millones de damnificados.
CONCLUSIONES: De acuerdo a
lo expuesto anteriormente, podemos llegar a las siguientes conclusiones:
- Chile está en el
“Cinturón de Fuego del Pacífico” que abarca desde dicho país pasando por Perú,
Ecuador, Colombia, Centroamérica, México, Estados Unidos, islas Aleutianas,
península de Kamchatka, islas Kuriles, Japón, Filipinas, Nueva Guinea y Nueva
Zelanda, lugares potenciales para la producción de sismos.
- La república de
Chile es uno de los países más sísmicos del planeta.
- Parece que en
Chile se adolece de entidades especializadas en sismología, para la
determinación de epicentros, ya que no hubo la información adecuada y exacta
del tsunami, creándose controversias entre las autoridades, lo que trajo como
consecuencia, una serie de víctimas en las zonas costeras.
- El sismo de Chile
no tuvo las consecuencias del terremoto de Haití, a pesar de su magnitud de
8,8, muy superior a la del país caribeño, porque en este último el epicentro
estaba muy cercano a Puerto Príncipe y en Chile el hipocentro estaba muy
alejado y a una profundidad mayor a los 59 kilómetros.
- Las
construcciones de los edificios en Chile son antisísmicas y por lo tanto
soportaron de mejor forma que las construcciones precarias de Haití.
- La magnitud de un
sismo va disminuyendo conforme uno se aleja del epicentro, así en La
Paz-Bolivia solamente fue detectado por instrumentos del Observatorio de San
Calixto.
- Cabe recalcar,
que la población chilena tiene una gran cultura sísmica, que en casos de
terremotos las personas se sitúan debajo del marco de las puertas o debajo de
mesas o catres, para evitar los daños producidos por objetos suprayacentes.
- Es prácticamente
imposible predecir la presencia de los terremotos y tsunamis, aunque algunos
afirman que su ocurrencia es en forma estadística y cíclica. Aunque recordemos
que se produjo un terremoto en Chile en 1.906, otro el de Valdivia en 1.960 y
ahora en el 2.010; realizando el respectivo análisis encontramos una
periodicidad de aproximadamente 50 años, es decir que cada 50 años se producen
sismos de alta magnitud. Por otro lado, si existe gran probabilidad de
maremotos, se deberían despejar de casas las partes bajas.
- Los chinos
afirman que los animales se ponen nerviosos antes de los terremotos. También
algunos autores indican que existen nubes sísmicas para dicha predicción.
-
La actividad volcánica está íntimamente relacionada a los sismos y, no es de
extrañar que en Chile próximamente ocurra actividad de los volcanes aún los
extinguidos.
-
En Bolivia sobresalen los siguientes terremotos: el de Consata (provincia
Larecaja del departamento de La Paz) con 6,4 (1.947) y Aiquile, Totora y Mizque
(Cochabamba) con 5,9 (1.998), los cuales dejaron una huella catastrófica.
-
Cabe mencionar, que en las ciudades de Bolivia, existen poquísimas
construcciones antisísmicas y esperamos que Dios y la pachamama no permitan
estos desastres fatales en nuestro territorio.
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com
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