domingo, 3 de septiembre de 2017

Artículo Nº 104 de nuestro Segundo Libro


Escrito el año 2.010. 

Inédito.

Antes, durante y después del Muro de Berlín

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de Naciones Unidas. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

El Muro de Berlín puede ser analizado desde muchos puntos de vista y dicen que “todo depende del color del cristal con que se vean las cosas”. El análisis siguiente es como lo ve el autor.
Recordemos que cuando empieza la Segunda Guerra Mundial, el nazismo alemán se especializa en la persecución de los judíos muy especialmente dentro de Alemania. El plan de aniquilamiento de cerca de 6 millones de judíos seguramente fue muy bien planeado a la cabeza de Adolfo Hitler y otros de sus estrechos colaboradores. Para lograr hallar las causas de este odio desenfrenado existen muchas teorías.
En la persecución ayudaron de sobremanera la denominada “SS” y la “GESTAPO. Se acabó con cerca de 6 millones de vidas judías en los campos de concentración y exterminio minuciosamente construidos para tal efecto donde se dice que se colocaba a los judíos en cámaras de gas tóxico y venenoso, para luego enterrar los cuerpos en fosas comunes o finalmente quemar los  cadáveres en hornos crematorios. Se dice que la Iglesia Católica sabía de todo esto y que no dio la alarma mundial para condenar a los asesinos del nazismo hitleriano. Pero debemos recordar que los medios de comunicación estaban poco avanzados y la forma de comunicar al Mundo estos asesinatos de los judíos no era fácil y por otra parte habrían bastado unos cuantos aviones de la fuerza aérea alemana para bombardear y destruir las sedes de la Iglesia Católica y asesinar a sus principales autoridades. Seguramente así habría procedido Hitler.
Recordemos que durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania invade Francia y otros países, bombardea Inglaterra y avanza sobre la Unión Soviética, existiendo gran cantidad de muertos en todos los bandos rivales alemanes.
La Segunda Guerra Mundial llega a su fin en 1.945. El 30 de abril de 1.945 (fecha celebrada por algunos amantes de la libertad mundial, incluido el autor), Hitler arrinconado en su búnker, ya no teniendo salida, decide seguramente en un auto juicio muy breve, decide suicidarse, donde él fue el acusador, juez, jurado y verdugo. Se suicida, pero antes da las órdenes precisas de que su cadáver sea incinerado. En fin si logró huir, el tiempo implacable acabó con el dictador. Dicen que nunca se logró encontrar el cadáver de Hitler.
Una vez que Hitler desaparece, deja una “pesada herencia para los alemanes”, llegan a Alemania por el oeste los Aliados y por el este la ex Unión Soviética. Se decide el descuartizamiento de Alemania. La repartija es entre, por una parte los Aliados y por el otro la ex Unión Soviética.
Berlín la capital alemana es dividida en varias partes, una parte para los Aliados y la otra para la ex Unión Soviética.
Una de las preguntas es ¿a cuál de los alemanes les fue mejor, a los orientales u occidentales?. Como dice el dicho, “en cuestión de gustos todavía no se ha escrito nada”.
Apareció la Guerra Fría y la Cortina de Hierro entre principalmente Estados Unidos y la ex Unión Soviética. Berlín se convirtió en un gigantesco tablero de ajedrez.
460.000 alemanes lograron salir antes del 13 de agosto de 1.961. Quedaron 2 millones de alemanes dentro de Berlín Oriental.
El 13 de agosto de 1.961 se inicia, a cargo de la ex Unión Soviética, la construcción del Muro de Berlín, se comienza con un alambre de púas, para evitar que los habitantes de la Alemania Oriental huyan hacia la Alemania Occidental. El 15 de agosto de 1.961, uno de los guardias del Muro, es el primero en salir de la Berlín Oriental hacia la Occidental, para tal efecto no tiene muchos problemas, da un simple salto sobre el alambrado de púas que tenía en ese instante solo 40 centímetros de altura en ese punto. Se refuerza aún más el Muro, se colocan alambrados de púas aún más altos, torres de vigilancia, cables de alarma, cercas con electricidad, una barrera de aproximadamente 10 metros de ancho cubierta de arena, donde los pasos de los que pudiesen huir quedaban claramente marcados. Pasa el tiempo y un alemán de la Berlín Oriental logra huir en un carro de asalto. Así pues se construyen muros en “L” de 3 toneladas de peso y así ningún carro de asalto más logra huir.
En un inicio el Muro tenía 156 kilómetros de largo, 30.000 soldados lo vigilaban y las paredes eran de concreto. La policía de la Alemania Oriental era la STASI y el presidente de la Alemania Oriental era Honeker. Finalmente el muro logró tener 900 kilómetros de largo. Tenía minas tipo 66 del tamaño de platos, armas automáticas conectadas. Ambas alemanias se convierten en vitrinas en 1.965.
El control del Muro, se dice requería 500 millones de dólares anuales de costo.
Las preguntas serían: ¿Por qué no se dejaba salir de Berlín Oriental a los alemanes que así lo deseaban?. ¿Eran prisioneros de guerra?. ¿Los soviéticos se creían dueños de la vida de los alemanes orientales?. Se decía que en la Alemania Oriental se necesitaban a los alemanes orientales para trabajar. ¿No habría sido una solución dejarlos huir y transportar a los “muy trabajadores” ex soviéticos para que trabajen en la Alemania Oriental?.
Si los soviéticos deseaban estar aislados tras un muro, solo tenían que pedir una colaboración y todo el Mundo hubiese mandado cemento para construir un gran muro de cientos de metros de altura, infranqueable, alrededor de ellos para siempre.
¿Los alemanes orientales que observaban las cercas de púas que les habían puesto los soviéticos, no habrán recordado esas púas como los alambrados que ellos habían puesto contra los judíos?.
Hubieron aproximadamente 200 personas que trataron de atravesar el muro y fueron muertos por ordenes soviéticas. Así se tenían 130 cruces blancas en los alrededores del Muro.
El 10 de noviembre de 1.989 cayó el Muro de Berlín sin disparar un solo tiro, bajo la mirada de los soldados encargados de su vigilancia. Así se produjo la “Reunificación Alemana”, transportándose nuevamente la capital a Berlín. Existen muchas personas que aún extrañan y añoran el Muro y desean que vuelva, a las cuales se les debería obsequiar un pedazo de éste Muro bañado con algunas gotas de sangre de las personas que trataron de atravesarlo y murieron.
Varios de los actores que movieron las piezas de ajedrez o los hilos del conflicto alrededor del Muro de Berlín, en la actualidad ya fallecieron y paradójicamente ingresaron al que tal vez es el único comunismo que existe, “la muerte física del hombre”, donde finalmente no importa su condición en la Tierra, cada uno pasa a descomponerse en oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y carbono, entre otros, siempre esperando la resurrección de la carne y la vida eterna. Ojalá así sea solo en el caso de algunos, porque otros no merecen ni siquiera resucitar, como es el caso de Hitler y otros nazis los cuales, como dice el dicho, “para no correr riesgos deben ser envenenados con gas, momificados, cremados y enterrados”, “por los siglos de los siglos”. Así debería ser.
lanchamon@outlook.es
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