sábado, 2 de septiembre de 2017

Artículo Nº 83 de nuestro Primer Libro

Escrito el año 2.009. 

Ruiz Bonilla Edgar y Ruiz Botello Edgar. “La energía nuclear y el uranio”. Artículo en el Matutino “El Diario” de La Paz-Bolivia-Sudamérica, del 25 de noviembre de 2.009, página 2. Primer cuerpo. La Paz-Bolivia.
Ruiz Bonilla Edgar y Ruiz Botello Edgar. “La energía nuclear y el uranio”. Fotografía en el Matutino “El Diario” de La Paz-Bolivia-Sudamérica, del 25 de noviembre de 2.009, página 2. Primer cuerpo. La Paz-Bolivia.

La Energía Nuclear y el Uranio

Autores: Ing. Geólogo Edgar Ruiz Bonilla y Dr. Edgar Ruiz Botello.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

La Energía Nuclear es aquella producida a partir de minerales radioactivos (uranio, radio, thorio, polonio y otros). Sabemos que haciendo llegar partículas al núcleo de ciertos átomos se consiguen isótopos radioactivos, así por la fisión (escisión o partición) del Uranio 236 se obtienen el Uranio 235, bombardeando con un neutrón. En esta fisión se producen dos núcleos distintos y neutrones libres, que al incidir sobre otros átomos originan una reacción en cadena, la cual produce una gran producción de energía, llamada Energía Nuclear.
Se conocen más de 150 especies minerales portadoras de uranio y thorio, de las cuales alrededor de 60 corresponderían a compuestos secundarios de uranio, bien definidos. De este conjunto, su naturaleza varía desde simples óxidos hasta compuestos de constitución muy compleja. Sólo un número reducido es el que tiene importancia comercial y estratégica.
De conformidad con su origen, los minerales que nos ocupan se agrupan en:
a) Minerales primarios o hipogénicos: Entre estos tenemos:
Óxidos simples: Comprenden la pechblenda y la uraninita, constituidas por uranio con participación variable de thorio, plomo y pequeñas cantidades de tierras raras.
Óxidos múltiples: Se caracterizan por ser portadores, en la mayoría de los casos, de tierras raras en combinación con tantalita y columbita con proporciones de titanio.
b) Minerales secundarios o supergénicos: Se originan por procesos de meteorización a partir de los compuestos primarios. Entre éstos tenemos los óxidos (gummita, becquerelita, schoepita, curita, uranosphaerita y otros); fosfatos (autunita, metaautunita, torbernita, metatorbernita, ferrouranita, etc.); arseniatos (zeunerita, uranospinita); vanadatos (carnotita, tyuyamunita, uvanita); sulfatos (zippeita, johannita); carbonatos (uranothallita, rutherfordina, schoeckingerita); silicatos (uranofano, sodita).
El gobierno de Bolivia, en razón de la importancia de la Energía Nuclear y de sus aplicaciones pacíficas, hace algunas décadas, dispuso mediante Decreto Supremo la creación de la Comisión Boliviana de Energía Nuclear (COBOEN). Posteriormente, Bolivia ingresó como país miembro del Organismo Internacional de Energía Atómica (O.I.E.A.). COBOEN, fue desde entonces el organismo rector en materia nuclear, a nivel nacional. Su misión señalada por ley le confió entre otros la organización de estudios y trabajos de preparación, prospección, evaluación, explotación, refinación, control, comercialización de minerales radioactivos, complejos y subproductos existentes en el país.
A partir de 1967, COBOEN inicia sus primeros trabajos contando para ello con asistencia de la misma O.I.E.A. Estos trabajos fueron realizados en condiciones técnicas y económicas precarias, situación que fue mejorando paulatinamente.
Luego, con el apoyo del gobierno boliviano y la O.I.E.A. se formó personal especializado, se recibió la visita de expertos en varias áreas y, de esta manera  COBOEN incursionó en el área de materias primas, medicina, física nuclear y otros.
También con la colaboración de países amigos, los personeros de COBOEN recibieron capacitación mediante becas en materia nuclear y, algunos de ellos desempeñan sus funciones en el extranjero.
COBOEN, mediante sus labores, determinó varias anomalías de minerales radioactivos en el paquete sedimentario del Terciario, situado en el Altiplano Boliviano, como ser en la Zona de Chacarilla, Mina Amistad, Los Lípez, Collpani, Thola Palca, Huancarani; exploró y explotó desde 1974 hasta 1983, U3O8 en la mina de Cotaje (límite en conflicto entre los departamentos de Potosí y Oruro), de características singulares, estableciendo en dicho depósito pequeñas reservas, habiendo obtenido en 1974, en forma experimental, en una planta piloto, 2 kilogramos de “yellow cake” (torta amarilla).
En la década del 80, AGIP (expresa extranjera) conjuntamente con COBOEN realizaron un estudio de evaluación de minerales radioactivos en Bolivia, cuyos resultados no fueron alentadores y de esta manera COBOEN se disgregó, pasando el área de Materias Primas (prospección, exploración y explotación) al Servicio Geológico de Bolivia (GEOBOL) y el resto de las áreas dio lugar a la creación del Instituto Boliviano de Tecnología Nuclear (IBTEN).
Cabe mencionar que el Proyecto Precámbrico (Servicio Geológico de Bolivia-Servicio Geológico Británico), realizó investigaciones entre los años 1976 y 1983 determinando la presencia de Uranio, Thorio y Tierras Raras, en el Escudo Precámbrico, más propiamente en el Cerro Manomó (Provincia San Ignacio de Velasco-Depto. de Santa Cruz).
Los minerales radioactivos tienen diferentes aplicaciones como ser en la fabricación de bombas atómicas con fines bélicos, reactores nucleares para producir energía eléctrica, la “bomba de cobalto” para destruir tejidos cancerosos, verificación del desgaste de un producto, trazadores que inyectados por vía intravenosa localizan obstrucciones y la conservación de carne, granos y otros.
Mundialmente, muchos países tienen centrales nucleares. También existe la mentalidad de evitar el uso de la energía nuclear por los problemas de descontrol que se producen, como en Chernóbil.
Hoy por hoy, en la utilización de minerales radioactivos existe la susceptibilidad de la O.I.E.A. en relación a Irán y Corea del Norte que enriquecen el uranio que poseen y que podrían ser utilizados con fines bélicos.
Cabe recordar lastimosamente, la utilización de la energía nuclear en la fabricación de bombas atómicas, como ocurrió en el bombardeo por parte de Estados Unidos al Japón en las localidades de Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial.
Sin ir muy lejos, la Comisión Argentina de Energía Nuclear (CNEA) posee grandes reservas de Uranio y tiene una Central Nuclear en Atucha, en la ribera del río Paraná, Provincia de Buenos Aires, cuya energía es utilizada para la provisión de energía eléctrica a Buenos Aires. La central Atucha fue la primera en ser instalada en Latinoamérica, funciona con uranio argentino levemente enriquecido, su construcción empezó en 1968.
Hace meses el problema del uranio en Bolivia, volvió a tener relevancia pública y periodística, ya que Israel acusó a Bolivia de exportar uranio a Irán, lo cual fue desmentido. Esperamos que con una mayor exploración, en Bolivia se tenga un mejor conocimiento de los minerales de uranio. 

Bibliografía

Balderrama I. (1973).                         Introducción al Estudio de Depósitos de Uranio en Bolivia. Anales de la III Convención Nacional de Geología. La Paz-Bolivia.
British Geological Survey. (1986).      The geology and mineral resourses of the Bolivian. Precambrian shield. Ed. HMSO. London.
Ruiz Bonilla E. (1976).                       Informe de actividades en la Comisión Argentina de Energía Nuclear. Inédito. Buenos Aires-Argentina.    
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com





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