miércoles, 23 de agosto de 2017

Artículo Nº 55 de nuestro Primer Libro

Escrito el año 2.008. 

Ruiz Botello Edgar. “Transplantes de órganos”. Artículo en el matutino “El Diario” del 11 de noviembre de 2.008. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

Transplantes de órganos

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de Naciones Unidas. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

Frecuentemente se pueden observan los bloqueos que ocasionan los “pacientes dializados” en las puertas del Hospital Obrero en la ciudad de La Paz reclamando mejor atención. En la actualidad, en todo el mundo se realizan los transplantes de órganos, como ser transplantes de riñón, hígado, corazón, córnea, pulmones, médula ósea. Cuando nos referimos a la realización de un transplante de órgano, hablamos de extraer éste (riñón, corazón, córnea) o parte de él (hígado, pulmones, médula ósea) de una persona llamada “donante”, que tenga buen funcionamiento del órgano en cuestión, para colocarlo o depositarlo en otro individuo llamado “receptor” que necesita este órgano, el cual lo perdió por diferentes enfermedades. Entre el donador y el receptor debe existir cierta compatibilidad entre los tejidos (histocompatibilidad), para evitar el rechazo al órgano transplantado por parte del sistema inmunológico del receptor, para lo cual se realizan ciertas pruebas previas. Las técnicas de transplante se van perfeccionando día a día, pero la dificultad radica esencialmente en lograr encontrar personas que voluntariamente deseen donar un órgano, de tal manera que la búsqueda de donadores principalmente se la realiza en pacientes que hayan sufrido “muerte cerebral o encefálica”. La muerte cerebral se produce en individuos que han tenido daño cerebral en un accidente u otro y el cerebro (o todo el encéfalo) ya no presenta actividad eléctrica alguna, y siguiendo un determinado protocolo médico, se llega a establecer la “muerte cerebral o encefálica”, resultando ya imposible que el cerebro vuelva a funcionar, a pesar que en el paciente el corazón continúa latiendo y la actividad respiratoria puede ser mantenida mediante una bomba adecuada (insuflando oxígeno a los pulmones). Como ejemplos de la pérdida de función de los órganos, podemos señalar la pérdida del funcionamiento renal (del riñón) que tienen algunos pacientes diabéticos después de muchas décadas de la enfermedad, pudiendo mantenerse al final del proceso con vida, gracias a la diálisis (hemodiálisis o peritoneal), logísticamente muy molestosa. Asimismo existe la pérdida funcional renal debido al ataque bacteriano en niños y adolescentes, ataque bacteriano que puede iniciarse con una infección respiratoria mal controlada u otra. Igualmente el caso de pacientes con una hepatitis fulminante que destruye el hígado o el caso de pacientes alcohólicos que sufren daño hepático en forma lenta, llegando a la cirrosis hepática. Pacientes con grandes malformaciones cardiacas, de nacimiento, que requieren un transplante de corazón. Pacientes con patologías pulmonares como la fibrosis pulmonar avanzada, que también requieren transplante de pulmones. Sin lugar a dudas algunas cirugías u operaciones tienen un mayor riesgo que otras y muchas concluyen con el fallecimiento de los pacientes. En los países desarrollados se tienen grandes listas de espera de receptores potenciales y escasez de donadores. En este desequilibrio aparece el denominativo de “tráfico de órganos”. Para lograr la disminución de la presencia de estos casos de “transplantes de órganos” en primer lugar se debería proceder con un sistema de prevención (educación en las escuelas y en la sociedad), así por ejemplo las personas a partir de los 30 años deberían tener mucho cuidado de ingresar en la diabetes (interacción entre factores genético y medioambiental), controlando cuidadosamente la obesidad y el sobrepeso. Así pues se podría colocar el peso máximo en desnudo, que puede tener cada persona, en función o de acuerdo a su estatura, en los carnets de identidad, para que cada persona se cuide de no sobrepasar este peso, consumiendo verduras, frutas, carnes sin grasa y evitando el consumo excesivo de carbohidratos (papa, arroz, yuca, fideos, pan, azúcares) a partir de los 30 años de edad. Se debería ingresar en una “política nacional” donde se tengan muchos alimentos, principalmente proteínas (carnes, leche y huevos), para las personas hasta los 18 años de edad (etapa de crecimiento) y restricciones en la alimentación después de los 30 años de edad. En los niños y adolescentes se tendría que tener mucho cuidado con las diferentes infecciones respiratorias que podrían complicarse, con patologías o enfermedades renales (del riñón) y cardiacas (del corazón). En los trabajadores mineros principalmente perforistas, se debería tener mucho cuidado en el control de la seguridad industrial, para lograr disminuir la absorción de partículas en suspensión que se encuentran en el aire, partículas que pueden depositarse en forma permanente en los pulmones, produciendo una fibrosis pulmonar, con la disminución en la función respiratoria, ocasionando a la larga la pérdida de los pulmones. En los casos de la tuberculosis que pueden afectar pulmones y riñones, realizar un buen control de los casos existentes y la detección de los casos nuevos o “sintomáticos respiratorios” (tosedores crónicos). Para prevenir las hepatitis, se tendría que tener mucho cuidado con la higiene en los alimentos, el lavado de las manos antes de las comidas y el consumo de agua no contaminada porque podría contener microorganismos patógenos. Asimismo el cuidado en la utilización de medicamentos sin prescripción médica, los cuales, mediante una sobredosis, pueden ocasionar una intoxicación hepática. Asimismo en el caso de los pacientes que viven gracias a la “diálisis” y que frecuentemente se los observa bloqueando en el Hospital Obrero, se debería ingresar en una “política de transplantes de riñones” a realizarse en la ciudad de La Paz, en una unidad muy especializada a crearse en nuestra ciudad, con personal capacitado en el exterior aprovechando las diferentes “becas” existentes, tratándose de lograr la mayor cantidad de operaciones exitosas en relación con los casos en que los pacientes fallecen en la operación o después de ella.
lanchamon@outlook.es
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