miércoles, 23 de agosto de 2017

Artículo Nº 39 de nuestro Primer Libro

Escrito el año 2.008. 

Ruiz Botello Edgar y Ruiz Bonilla Edgar. “El agua: recurso vital”. Artículo en el matutino “El Diario” del 22 de febrero de 2.008. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

El agua: recurso vital

Autores: Dr. Edgar Ruiz Botello y Ing. Geólogo Edgar Ruiz Bonilla.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

El agua, el “líquido elemento” es un recurso vital. Es decir, el agua es vida. En la antigüedad era considerado como uno de los “cuatro elementos”, los otros eran la tierra, el fuego y el aire.
El agua es el compuesto más abundante y más ampliamente extendido sobre la Tierra. Se presenta en estado sólido en forma de hielo o nieve, cubriendo las regiones más frías de la Tierra. En estado líquido se encuentra en lagos, ríos y océanos; cubre las tres cuartas partes de la superficie terrestre. Está presente en el aire en forma de vapor. Existe agua en toda materia viva (plantas y animales), constituyendo el 65 % del cuerpo humano. Cabe recalcar, que una mínima cantidad del agua de la Tierra es dulce y en consecuencia apta para el consumo directo por el ser humano.
El agua o protóxido de hidrógeno consta de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Existen muchos tipos de aguas, así tenemos el agua pura (inodoro, insípido y casi incoloro); agua potable (es el agua destinada al consumo humano y carente de agentes patógenos e impurezas en suspensión); agua oxigenada o peróxido de hidrógeno (utilizado en medicina y la industria); agua pesada (utilizado en la energía nuclear, formado por deuterio y oxígeno); aguas negras o residuales (resultante de los residuos industriales y domésticos); aguas termales y medicinales (contienen ciertos minerales que tienen propiedades curativas, como se presenta en los balnearios de: Urmiri, Viscachani, Obrajes, Tarapaya, Don Diego, Chaquí); aguas duras (contienen sales como carbonatos y sulfatos) y agua segura (agua que no contiene bacterias peligrosas, metales tóxicos disueltos o productos químicos dañinos a la salud y es por lo tanto considerada “segura” para beber).
El crecimiento demográfico asociado a una ocupación masiva, acelerada y desordenada del suelo, así como el desarrollo de grandes industrias que arrojan desechos químicos, comprometen los recursos hídricos y dañan la flora y fauna que habitan estos espacios. Las aguas contaminadas pueden producir enfermedades como la hepatitis, cólera, disentería, parasitosis intestinales y otras, causantes de un gran porcentaje de la morbilidad (enfermedades: desnutrición) y mortalidad (fallecimientos) infantiles.
En general, las aguas pueden ser superficiales y subterráneas, lo cual se explica con el “ciclo hidrológico” donde las aguas superficiales presentes en los ríos, lagos y océanos por acción de los rayos solares se evaporan (evaporación). El agua evaporada por ser más liviana que el aire se eleva formando las nubes (condensación). Dichas nubes de diferentes formas, por efecto de los vientos son arrastradas a diferentes lugares y por variaciones de temperatura se produce la caída en forma de lluvia, granizo y nieve (precipitación). Una cierta parte del agua precipitada, se insume en el interior de la tierra formando las aguas subterráneas (infiltración). Gran parte del agua precipitada corre por la superficie terrestre en forma de aguas superficiales formando ríos, arroyos y lagos (escorrentía). También la vegetación tiende a absorber el agua del suelo y producir la evapotranspiración (los árboles almacenan agua). Este ciclo del agua (hidrológico), antiguamente funcionaba en el marco de un denominado “equilibrio ecológico”. Actualmente, el mismo es muy irregular debido principalmente al calentamiento global (por las emisiones de dióxido de carbono o humo) y la tala indiscriminada de los bosques, acentuando los fenómenos climáticos como ser los fenómenos del Niño, la Niña, huracanes, tornados, causando sequías, inundaciones y otros.
Toda el agua que baja de los glaciares de la Cordillera Real, por derretimiento, da lugar a lagunas subglaciales que son aprovechadas para la construcción de represas para el suministro de agua potable a las ciudades de La Paz y El Alto. En el Valle de Zongo igualmente el líquido elemento (“hulla blanca”) es aprovechado para la generación de energía hidroeléctrica, mediante la utilización de usinas.
La ciudad de La Paz, se abastece mediante aguas superficiales, proporcionadas por varias represas. Así tenemos las represas de Incachaca, Hampaturi y Ajuan Kota, cuyas aguas son tratadas en el Sistema Pampahasi, que realiza funciones tales como la captación, disipación de energía, floculación, sedimentación, filtración, cloración y almacenamiento.
El sábado 28 de enero se cortó el suministro de agua potable en partes de los sectores  este, sudeste y sur de la ciudad de La Paz, afectando por varios días, a unos 250.000 habitantes (25 barrios), por la ruptura de una tubería de 800 milímetros de diámetro en las cercanías de la represa de Hampaturi, debido a las torrenciales lluvias. Con esta tragedia la población aprendió a valorar este preciado recurso vital y así pues ojalá que en el futuro exista una verdadera concientización, educación y una gestión de calidad social, acerca del agua.
En conclusión, el denominado “líquido elemento” es muy importante para nuestra ciudad y para los próximos decenios es necesario tomar medidas adecuadas mediante la construcción de represas y así evitar tragedias y penurias para nuestras ciudades.
Por otra parte, se deberían buscar mecanismos de aprovechamiento público y social de las aguas vertientes de la ciudad de La Paz, conseguir el tratamiento de las aguas servidas y lograr una cultura de almacenamiento (como reserva) domiciliario del agua.
lanchamon@outlook.es
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