Artículo
Nº 39 de nuestro Primer Libro
Escrito el año
2.008.
Ruiz Botello Edgar
y Ruiz Bonilla Edgar. “El agua: recurso vital”. Artículo en el matutino “El
Diario” del 22 de febrero de 2.008. Página 2 del primer cuerpo. La
Paz-Bolivia-Sudamérica.
El agua: recurso vital
Autores: Dr. Edgar Ruiz Botello y Ing. Geólogo Edgar
Ruiz Bonilla.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William
Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.
El agua, el
“líquido elemento” es un recurso vital. Es decir, el agua es vida. En la
antigüedad era considerado como uno de los “cuatro elementos”, los otros eran
la tierra, el fuego y el aire.
El agua es el
compuesto más abundante y más ampliamente extendido sobre la Tierra. Se
presenta en estado sólido en forma de hielo o nieve, cubriendo las regiones más
frías de la Tierra. En estado líquido se encuentra en lagos, ríos y océanos;
cubre las tres cuartas partes de la superficie terrestre. Está presente en el
aire en forma de vapor. Existe agua en toda materia viva (plantas y animales),
constituyendo el 65 % del cuerpo humano. Cabe recalcar, que una mínima cantidad
del agua de la Tierra es dulce y en consecuencia apta para el consumo directo
por el ser humano.
El agua o protóxido
de hidrógeno consta de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Existen muchos
tipos de aguas, así tenemos el agua pura (inodoro, insípido y casi incoloro);
agua potable (es el agua destinada al consumo humano y carente de agentes
patógenos e impurezas en suspensión); agua oxigenada o peróxido de hidrógeno
(utilizado en medicina y la industria); agua pesada (utilizado en la energía
nuclear, formado por deuterio y oxígeno); aguas negras o residuales (resultante
de los residuos industriales y domésticos); aguas termales y medicinales
(contienen ciertos minerales que tienen propiedades curativas, como se presenta
en los balnearios de: Urmiri, Viscachani, Obrajes, Tarapaya, Don Diego,
Chaquí); aguas duras (contienen sales como carbonatos y sulfatos) y agua segura (agua que no contiene bacterias peligrosas, metales tóxicos disueltos o productos químicos dañinos a
la salud y es por lo tanto considerada “segura” para beber).
El crecimiento
demográfico asociado a una ocupación masiva, acelerada y desordenada del suelo,
así como el desarrollo de grandes industrias que arrojan desechos químicos,
comprometen los recursos hídricos y dañan la flora y fauna que habitan estos
espacios. Las aguas contaminadas pueden producir enfermedades como la hepatitis,
cólera, disentería, parasitosis intestinales y otras, causantes de un gran
porcentaje de la morbilidad (enfermedades: desnutrición) y mortalidad
(fallecimientos) infantiles.
En general, las
aguas pueden ser superficiales y subterráneas, lo cual se explica con el “ciclo
hidrológico” donde las aguas superficiales presentes en los ríos, lagos y
océanos por acción de los rayos solares se evaporan (evaporación). El agua
evaporada por ser más liviana que el aire se eleva formando las nubes
(condensación). Dichas nubes de diferentes formas, por efecto de los vientos
son arrastradas a diferentes lugares y por variaciones de temperatura se
produce la caída en forma de lluvia, granizo y nieve (precipitación). Una
cierta parte del agua precipitada, se insume en el interior de la tierra
formando las aguas subterráneas (infiltración). Gran parte del agua precipitada
corre por la superficie terrestre en forma de aguas superficiales formando
ríos, arroyos y lagos (escorrentía). También la vegetación tiende a absorber el
agua del suelo y producir la evapotranspiración (los árboles almacenan agua).
Este ciclo del agua (hidrológico), antiguamente funcionaba en el marco de un
denominado “equilibrio ecológico”. Actualmente, el mismo es muy irregular
debido principalmente al calentamiento global (por las emisiones de dióxido de
carbono o humo) y la tala indiscriminada de los bosques, acentuando los
fenómenos climáticos como ser los fenómenos del Niño, la Niña, huracanes,
tornados, causando sequías, inundaciones y otros.
Toda el agua que
baja de los glaciares de la Cordillera Real, por derretimiento, da lugar a
lagunas subglaciales que son aprovechadas para la construcción de represas para
el suministro de agua potable a las ciudades de La Paz y El Alto. En el Valle
de Zongo igualmente el líquido elemento (“hulla blanca”) es aprovechado para la
generación de energía hidroeléctrica, mediante la utilización de usinas.
La ciudad de La
Paz, se abastece mediante aguas superficiales, proporcionadas por varias
represas. Así tenemos las represas de Incachaca, Hampaturi y Ajuan Kota, cuyas
aguas son tratadas en el Sistema Pampahasi, que realiza funciones tales como la
captación, disipación de energía, floculación, sedimentación, filtración,
cloración y almacenamiento.
El sábado 28 de
enero se cortó el suministro de agua potable en partes de los sectores este, sudeste y sur de la ciudad de La Paz,
afectando por varios días, a unos 250.000 habitantes (25 barrios), por la
ruptura de una tubería de 800 milímetros de diámetro en las cercanías de la
represa de Hampaturi, debido a las torrenciales lluvias. Con esta tragedia la
población aprendió a valorar este preciado recurso vital y así pues ojalá que
en el futuro exista una verdadera concientización, educación y una gestión de
calidad social, acerca del agua.
En conclusión, el
denominado “líquido elemento” es muy importante para nuestra ciudad y para los
próximos decenios es necesario tomar medidas adecuadas mediante la construcción
de represas y así evitar tragedias y penurias para nuestras ciudades.
Por otra parte, se
deberían buscar mecanismos de aprovechamiento público y social de las aguas
vertientes de la ciudad de La Paz, conseguir el tratamiento de las aguas
servidas y lograr una cultura de almacenamiento (como reserva) domiciliario del
agua.
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com
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