miércoles, 23 de agosto de 2017

Artículo Nº 40 de nuestro Primer Libro

Escrito el año 2.008. 

Ruiz Botello Edgar. El “akulliku” de la coca. Artículo en el matutino “El Diario” del 11 de marzo de 2.008. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

El “akulliku” de la coca

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de Naciones Unidas. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

Hace algunos días atrás, salió un comunicado de parte de las Naciones Unidas (ONU), en el sentido de pedir a Bolivia y Perú, el prohibir el “akulliku” y la industrialización de la hoja de coca en sus territorios. Y nos preguntamos ¿cómo se ha llegado al “akulliku”?. Analizando la situación, desde el punto de vista de la “Teoría Evolucionista” e interpolando alguna información científica, acerca de la “domesticación” de otros productos agrícolas, se puede mencionar que la interacción entre la coca (Erithroxylum coca) y el hombre (Homo sapiens) debió durar cientos de años, por no decir miles, proceso en el cual la coca pasó, de ser una planta silvestre, sin utilidad alguna para la humanidad, a ser una “planta domesticada” y cultivada lentamente por el hombre, donde se consiguió encontrar primero sus diferentes técnicas de cultivo y segundo sus usos (¿cuál fue antes?), tales como los métodos de recolección y selección de semillas (mejoramiento genético), selección de semillas resistentes a plagas y enfermedades, procedimientos de reproducción (sexual y asexual), siembra, germinación en almácigos, transplante, distancias de plantación óptimas, deshierbes, podas, métodos de cosecha y postcosecha, órgano a ser aprovechado (hojas), aplicaciones y metodologías de uso. Todo este proceso se denomina técnicamente “domesticación de la coca”. Dentro de las metodologías de uso, descubiertas (tal vez observadas en animales) o domesticadas por el ser humano, se halla el “akulliku”, proceso que se realiza en la cavidad bucal, mezclándose las hojas con las secreciones salivales (¿y “lejía” como neutralizador del pH?) e intercalándose con intervalos de masticación, así se llegan a extraer las sustancias solubles de las hojas, para luego desechar los sólidos no solubles (celulosa). Posteriormente el cuerpo humano pasó a deglutir y aprovechar los jugos solubles extraídos de la coca, utilizándolos dentro del organismo humano. Entre las sustancias aprovechadas se encuentran los carbohidratos, proteínas, grasas y otras decenas de componentes en cantidades (concentraciones o dosis) absolutamente “saludables”, hasta el punto, que la coca ha recibido, la denominación de “planta medicinal”. De esta manera el “domesticador” y la coca pasaron a tener una interrelación muy estrecha dentro de un ecosistema. La garantía de calidad del “akulliku” es que ha durado miles de años (en contraposición con las plantas transgénicas por ejemplo, en relación a sus tiempos de prueba), sin que médicamente, se hayan podido observar “criterios de adicción”. Asimismo no se ha conseguido demostrar (correlación estadística) que en este proceso de “consumo de la hoja de coca”, hayan existido mutaciones genéticas teratogénicas en el organismo, debido al “akulliku” (por ejemplo aparición de cáncer) o en los organismos de los descendientes de los consumidores (malformaciones en el nacimiento). Por otro lado debemos añadir que el “akulliku” ha desempeñado y desempeña un papel fundamental en, por ejemplo, el trabajo minero, labores agropecuarias, los ritos ancestrales (“hoja sagrada”), etc. También se debe reconocer, como se observan en varios programas de televisión y otros, que el procesamiento de la coca, con tecnología traída de otros países, ha logrado la fabricación de una “droga purificada” (cocaína); de la misma forma según indican estos programas, se observa que esta droga es consumida en dosis no adecuadas y que logra un daño físico grande en el cuerpo humano de los usuarios de los países destinatarios. Con este breve análisis, se puede concluir en que el “akulliku” no ha traído problemas de salud al ser humano y en consecuencia se debería seguir efectuando. Por otro lado, es preciso que los países con alto consumo de “drogas dañinas” (cocaína, marihuana, etc.), y en realidad toda la humanidad, procedamos a buscar una enseñanza más adecuada en las instituciones educativas para las generaciones venideras, donde se ponga de manifiesto, el “cuidado del organismo humano”, eliminando el consumo de cigarrillos, alcohol, “drogas dañinas” (marihuana, etc.) e inclusive enseñando el cuidado con el sobrepeso (causante de la presión alta, diabetes, insuficiencia renal, etc.). Con estas medidas se podría llegar a un equilibrio dinámico, entre la existencia de la coca y la vida del ser humano, sobre la superficie de la Tierra, lográndose una coexistencia en armonía (equilibrio ecológico). Existe otra hipótesis que explica (realizando las interpolaciones del caso) todo el proceso anteriormente expuesto y es la “Teoría Creacionista”, la cual es exquisitamente relatada, principalmente en La Biblia (Génesis), así como en otros escritos milenarios.
lanchamon@outlook.es
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