jueves, 17 de agosto de 2017

Artículo Nº 22 de nuestro Primer Libro

Escrito el año 2.007.

Ruiz Botello Edgar. “El fútbol y la medicina”. Artículo en el matutino “El Diario” del 6 de septiembre de 2.007. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

El fútbol y la medicina

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de Naciones Unidas. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

En estas últimas semanas fallecieron varios jugadores de fútbol en el Mundo (según la prensa más de tres), dentro las canchas o en algunos casos, su agonía empezó en los campos deportivos, con un paro cardiorrespiratorio y terminó en los hospitales con su fallecimiento, habiendo llegado a los diagnósticos de “muerte súbita”; este diagnóstico es la caja (baúl complaciente) donde se colocan todas las muertes que no se pueden explicar fácilmente o tienen un origen desconocido. Analizando la situación, tratando de hallar una explicación a estos decesos podemos llegar a plantear las siguientes hipótesis, en la medida de nuestras posibilidades.
La primera hipótesis, es la existencia de una patología o enfermedad cardiaca preexistente en cada uno de los jugadores en cuestión (soplos cardiacos o problemas de cierre de las válvulas cardiacas, patologías en el sistema de conducción del corazón, malformaciones cardiacas de nacimiento, etc.). Si así fuese, estas patologías cardiacas preexistentes, debieron haber sido detectadas previamente por la unidad médica de cada equipo de fútbol, en la “revisión médica”, más si estos jugadores son profesionales. Debió haberse realizado la revisión médica tanto en reposo como en ejercicio utilizando mínimamente los aparatos que nos ofrece la tecnología en la actualidad, como ser la realización de electrocardiogramas y otros. Observamos que con este análisis, se pone en duda las revisiones médicas a que son sometidos los jugadores y deportistas en general; nos pone a pensar si estas revisiones son tan minuciosas que pueden llegar a detectar diferentes patologías minúsculas, especialmente cardiacas, que pueden llevar a la muerte de los jugadores cuando realizan grandes esfuerzos y a altas temperaturas medio ambientales.
La segunda hipótesis o causa probable, es la medio ambiental y son las altas temperaturas reinantes, en países con veranos calurosos (por la latitud) y con la influencia del tan comentado Calentamiento Global que ha elevado las temperaturas medias y altas extremas de la Tierra.
Es pues, sumamente necesario que con tantas muertes, en tan poco tiempo (menos de un mes, por no decir una semana), la FIFA centre su atención en la realización de estudios serios, para tratar de investigar y explicar, las posibles causas de estas muertes y no solo obligue a Bolivia a la demostración científica de la no peligrosidad para la salud de los jugadores visitantes que ascienden del nivel del mar, para jugar fútbol entre 2.500 y 4.000 m.s.n.m., cuando en la altura jamás se ha producido ni un solo fallecimiento de un jugador. Nos obligan a defendernos, considerándonos previamente culpables (uno es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad). Asimismo es menester que la FIFA mejore los protocolos para las revisiones médicas a los jugadores en los diferentes equipos. Por otro lado, sorprende que las diferentes Asociaciones de Fútbol del Mundo y grupos de jugadores asociados, no pidan a la FIFA, una investigación detallada al respecto, así como el mejoramiento de las revisiones médicas para la detección de patologías cardiacas y otras causas minúsculas que puedan poner en riesgo la vida de los jugadores cuando son sometidos a grandes esfuerzos y a altas temperaturas.
Igualmente, llama la atención la falta de pronunciamiento (siquiera teórico, planteando hipótesis) de los grupos de médicos a nivel mundial, para tratar de explicar las muertes y poner punto final a esta incógnita; pero eso sí, seguramente estos profesionales (genios de la medicina) van a “aparecer” dentro de unos meses, para tratar de explicar y demostrar “teóricamente” y a “puerta cerrada” (para que nadie los critique científicamente y no queden en ridículo ante la historia) que la práctica del fútbol en la altura (2.500 a 4.000 m.s.n.m.) es inhumana y altamente peligrosa.
En el caso boliviano, la FIFA en una cláusula especial, en su reglamentación, debería ordenar a los equipos a que presten a sus jugadores, a sus respectivas selecciones, 16 días antes de su partido eliminatorio en la ciudad de La Paz, esto cada 4 años (tiempo entre eliminatoria y eliminatoria) para que la sangre de los jugadores visitantes sufra un ascenso en el número de sus glóbulos rojos (transportadores de oxígeno) de 4,5 a 6 millones por milímetro cúbico de sangre, en forma normal (llamado “tiempo de aclimatación”) y así se mantendría, en derecho,  la “Universalidad del Fútbol”.
lanchamon@outlook.es
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