miércoles, 23 de agosto de 2017

Artículo Nº 63 de nuestro Primer Libro

Escrito el año 2.009. 

Ruiz Botello Edgar. “Virus tipo A subtipo H1N1”. Artículo en el matutino “El Diario” del 29 de mayo de 2.009. Página 3 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.

Virus tipo A subtipo H1N1

Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de Naciones Unidas. Investigador, Analista, Columnista y Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.

Un virus biológicamente es denominado un ser inferior, en comparación por ejemplo con el ser humano, al cual lo designamos como un ser superior. Algunos biólogos, no clasifican a los virus, como seres vivos, los consideran como simples macromoléculas (conjunto grande de átomos), ya que básicamente un virus es una molécula química gigantesca, que suele contar con una cápside proteínica de protección. Un virus suele sufrir mutaciones, es decir transformaciones en su estructura o combinación de varios pedazos de otras macromoléculas (virus). No se ha demostrado que un virus pueda razonar o pensar, pero como en el caso del virus de la gripe porcina, su capacidad de sobrevivencia y de desear dominar otros hábitats, incluso matando al hospedero, es admirable. El virus tipo A subtipo H1N1 ocasiona la gripe porcina. Al mutar un virus recibe otro nuevo denominativo, una nueva “cepa”, tipo o subtipo se crea. Este nuevo virus tiene nuevas características en relación a la cepa o cepas de las cuales se originaron, asimismo puede tener nuevos hábitats (sistema respiratorio en el caso del virus A, H1N1), nuevo poder destructivo hacia el hospedero o “virulencia” (como en el caso presente hacia hombre) y otras características. Todo esto lo podemos enmarcar fácilmente dentro de la Teoría de la Evolución de Charles Darwin, en que los seres vivientes van mutando permanentemente, buscando nuevos lugares para colonizar (hábitats) e incluso nuevos hospederos. Seguramente el nuevo hospedero también reaccionará para lograr sobrevivir y se defenderá. En este caso los seres humanos se defienden utilizando barbijos, construyendo barreras (cuarentenas), fabricando medicamentos, en este caso las vacunas, para lograr tener inmunidad contra el virus, utilizando antivirales para el tratamiento, etc. Esta será la batalla por la supervivencia, en este caso entre un ser inferior y un ser superior. Al ser una macromolécula, en la mayoría de los casos un virus es microscópico, no pudiendo ser observado a simple vista, asimismo no puede ser generalmente observado con un microscopio simple, pero sí con un microscopio electrónico y su presencia puede ser detectada también con pruebas indirectas bioquímicas o percibiendo los signos y síntomas que suele ocasionar en el hospedero (secreción nasal, tos, fiebre, malestar general, falta de apetito, dolor articular y otros). Podemos pensar en un virus como en un ser inferior, microscópico, tal vez muy inofensivo en primera instancia, pero si observamos los resultados de su ataque quedamos pasmados, ya que ocasionó cierre de escuelas y comercios, obliga a cuarentenas y otros, haciendo temblar a la Tierra. Antes los virus podían viajar en el agua o el viento, al presente, en muchos de los casos, el virus A, H1N1 está haciendo su arribo a los diferentes países del Mundo (43), en los hospederos (personas enfermas) quienes viajan en aviones jumbo y hasta en la sección de primera clase. Si aceptamos como cierta la Teoría de la Evolución de Darwin, uno o varios virus fueron los antepasados del ser humano, ya que los primeros seres vivos sobre la Tierra debieron ser los virus. Si por alguna razón los diferentes seres superiores fueran extinguidos de la Tierra, como fue el caso de los dinosaurios y como es el caso de los animales que van camino a la extinción, como son los cóndores, jaguares, parabas, caimanes, osos pandas y otros, a manos del hombre (por ejemplo, en el uso en los bailes folklóricos), seguramente los únicos seres vivos que quedarían sobre la Tierra serían los virus, debido a su alta capacidad de supervivencia. Si aceptamos la teoría de que la vida llegó a la Tierra desde el espacio exterior, fruto tal vez de la destrucción de un planeta lejano que tenía vida, seguramente la vida llegó en forma de un virus (acompañando al polvo cósmico, que cayó, debido a la gravedad y se asentó en la Tierra), empezando la colonización del “geoide (elipsoide irregular) azul”, la Tierra. La única razón para que los virus puedan ser llamados seres vivos, seguramente es su capacidad reproductiva, un mecanismo de reproducción por cierto muy raro. Asimismo debemos tomar en cuenta la composición del virus (macromolécula), constituido por cadenas de ácido desoxirribonucleico (ADN) y ácido ribonucleico (ARN), las cuales constituyen los genes. Para el combate del virus, en el caso mexicano y norteamericano, se deberá tratar de evitar las concentraciones de gente (escuelas, universidades, etc.) para evitar el contagio de personas enfermas hacia las sanas, asimismo se deberá lograr el aislamiento de las personas enfermas para su tratamiento ulterior con antivirales y tratamiento de mantenimiento. Se deberá esperar por la fabricación de la vacuna. En el caso boliviano donde no existen casos confirmados, se debe vigilar el ingreso de las personas (posibles enfermos) en las fronteras y aeropuertos, controlando posibles personas con signos y síntomas de la gripe porcina. Asimismo se deberá preparar a la población para la presencia de posibles casos, en hábitos de higiene y educación, por cierto muy olvidados, como son el lavarse las manos con agua y jaboncillo, no acostumbrarse mucho a dar la mano (adoptar el saludo japonés), tener cuidado con los besos, toser y estornudar tapándose la boca con un pañuelo, entre otros. “Prevenir antes que curar”.
lanchamon@outlook.es
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