Artículo
Nº 33 de nuestro Primer Libro
Escrito el año
2.008.
Ruiz Botello Edgar. “Mapas de Riesgos”. Artículo en el matutino “El Diario” del 3 de
enero de 2.008. Página 2 del primer cuerpo. La Paz-Bolivia-Sudamérica.
Mapas de riesgos
Autor: Dr. Edgar Ruiz Botello.
Médico Cirujano, Egresado de Ingeniería Agronómica. Ex
Catedrático de la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA. Ex Consultor de
Naciones Unidas. Investigador, Analista, Columnista y
Escritor.
Edición y revisión: Egresado de Psicología William
Marcelo Ruiz Botello y Egresado de Derecho Marwin Eduardo Ruiz Botello.
A lo largo de todo
el año, en Bolivia existen los denominados fenómenos de la naturaleza como son
las inundaciones, sequías, heladas, granizadas y riadas. Estos si hacemos
memoria, se han presentado también en años pasados y seguramente se van a
presentar en el futuro.
Por consiguiente es necesario el mejoramiento del proceso de
planificación, vale decir la elaboración de POA´s a nivel nacional,
prefectural, provincial, municipal, cantonal, barrial y comunitario. El
mejoramiento constante de estos procesos nos servirán para tratar de
contrarrestar, aminorar o mitigar cada vez mejor estos efectos naturales. Esta
planificación debe estar basada en mucha información, entre ésta deben hallarse
los Mapas de Riesgos y de Usos Potenciales de cada zona del territorio
boliviano a nivel de comunidad vale decir a una escala adecuada.
Los Mapas de Riesgos deben incluir información de caudales máximos
(para inundaciones) y mínimos (para sequías) aproximados de los diferentes
arroyos y ríos de Bolivia, demarcación del desborde de cada río (en época de
lluvias) y zonas propensas a deslizamientos, sequías, heladas y granizadas.
Los mapas deberían ser realizados utilizando imágenes satelitales,
fotografías aéreas, mapas topográficos y
a falta de estos materiales, correspondería realizar mapas comunales o
barriales a “mano alzada” y, en forma ideal ingresar a la tecnología de los
Sistemas de Información Geográfica (SIG).
Los Mapas de Usos Potenciales de cada región nos ayudarían a determinar
los usos más adecuados a que puede ser sometida cada zona, así se tendrían
zonas aptas para ganadería, cultivos anuales, plantaciones perennes,
forestación, pesca, caza, ecoturismo, conservación, viviendas, infraestructura
productiva, almacenamiento de agua, minería, usos energéticos entre otros, en
función de la presencia de las características como tipos de suelos, altitud,
clima, precipitación pluvial, belleza paisajística, presencia de yacimientos
minerales y de hidrocarburos, cercanía a mercados y carreteras, pero también
tomando en cuenta la presencia de fenómenos naturales tales como las
inundaciones, riadas, sequías, heladas, granizadas y movimientos sísmicos en
cada región.
Así pues, en los
valles, no se debería depender en un 100 % de la producción agrícola realizada
en las playas de los ríos, pues generalmente se inundan en época de lluvias y
debería empezarse a construir en los cerros aledaños, tacanas o terrazas de
cultivo copiando por ejemplo la tecnología de Pasto Grande en el departamento
de La Paz. Asimismo no deberían realizarse construcciones de viviendas o
infraestructura productiva en las playas cerca de los ríos caudalosos, pues en
los desbordes las construcciones son destruidas y generalmente no se pueden
construir muros de contención o defensivos, en las orillas, por los altísimos
costos. En el Altiplano convendría construir carpas solares compatibles con el
minifundio existente, donde con poco espacio se podría obtener gran producción,
creando un microclima y eliminando las heladas y granizadas, carpas construidas
utilizando cemento, ladrillos, techos de vidrio, en zonas no inundables, claro
que los costos serían altos. Correspondería usar también, en menor proporción
que las carpas, la tecnología de los Suka Kollus, para la mitigación de las
heladas y la creación de microclimas. Se tendría que realizar la forestación
con especies nativas (keñua, kishuara, etc.), para la protección de las
microcuencas y cuencas para aminorar el efecto de las inundaciones. Tal vez
utilizar en una proporción baja, la torta de soya del oriente para alimentar
las vacas del occidente, por la falta de forraje. En los valles, en las
llanuras y en el Altiplano se debería apoyar los proyectos de sistemas de riego
y microriego (goteo y aspersión) con el debido aprovechamiento de las aguas
superficiales y subterráneas, para combatir las sequías. De la misma manera
correspondería almacenar agua en tanques (turriles) para las épocas de sequía y
construir “kotañas” o atajados para que beba el ganado. En el Oriente se
deberían tener proyectos de reforestación, con árboles frutales que pueden
servir de alimento fresco en las inundaciones y maderas semipreciosas para la
protección de microcuencas y cuencas, evitando el arrastre de sedimentos o la
colmatación de los ríos caudalosos, depósitos que se almacenan en el fondo de
los mismos, ocasionando la salida del río de su cauce. Se deberían perfeccionar
aún más los planes de manejos forestales, acá existen las preguntas, ¿cuánta
agua almacenará un árbol o varios árboles de decenas de metros de altura, en su
tronco y hojas?, ¿fracción del agua que tal vez ocasiona parte de la inundación
cuanto el árbol es talado?. Sería preciso transportar el ganado, en época de
lluvias a tierras más altas, no inundables o construir establos que estén sobre
el espejo de agua record (en las inundaciones), claro que esto es costoso.
Asimismo los
llamados planes de reconstrucción deben abarcar temáticas como la construcción
de viviendas en forma adecuada y capaces de soportar futuras inundaciones, por
ejemplo para las regiones benianas, pandinas y cruceñas inundadizas, deben
tener pilotes de cemento (con zapatas), deben ser de 2 pisos, el primer piso
debería ser apto para soportar una inundación y en el segundo piso podría vivir
la familia durante la inundación; en el techo convendría tener un tanque o
turril con tapa hermética, por las larvas de los mosquitos, de volumen adecuado
para el almacenamiento de agua de calidad aceptable para prevenir las
Enfermedades Diarreicas Agudas (durante la inundación) especialmente en niños y
evitar posteriores procesos de desnutrición infantil difíciles de contrarrestar
en el futuro. Se debería trabajar en la seguridad alimentaria con el
almacenamiento de enlatados, alimentos secos, charque, sal y otros para la
época de inundación. Actualmente debemos estar prevenidos sobre el cambio
climático mundial, ya que nuestros glaciares están en retroceso y en una
veintena de años desaparecerán, trayendo consigo problemas de abastecimiento de
agua potable y de energía eléctrica, debiéndose construir desde ahora represas
adecuadas. Es pues necesario prevenir antes que curar o lamentar y planificar
antes que remediar.
lanchamon@outlook.es
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com
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